AL ROJO VIVO
JESUS CHÁVEZ JIMÉNEZ
PUERTA
Cuando el perdón nunca llega
30 de Mayo de 2020. Toc, toc, toc. Toquidos de mi nudillos viejos. Una mano inerte. No hay respuesta. Otra vez como cientos de veces más, toco esa puerta negra. Y no se abre.
Escucho eso si, la respiración hacia adentro. Jadeos y sollozos se desprenden de esa casa tan mía,en la niñez, pero ahora en la vejez tan lejana, arisca, tan sorda. No me abren, toc, toc, toc.
Quedó así. Adolorido de pies y acalorado de las manos. Son diez minutos de espera. Tiempo de angustia y desesperanza ¿ frustración? Creo que también.
Disculpas amigos míos. No me he presentado. Soy Juan Manuel García. Y les narro un pasaje de mi vida.Tengo ochenta años. Jubilado. Y sufro en mis últimos años la carga de saldos rojos de una vida de desgracias. Y con buenaventuras escasas. Pero vida al fin.
Me da pena reconocerlo pero soy carne de la burocracia infausta la que avienta migajas de pensiones de hambre. Y con lo que me cae cada mes vengo de mi pueblo donde vivo a la gran ciudad a tocar esta puerta la que nunca se abre. Pero no me canso de hacerlo. La espera y la fe, son para mi los bastones que me tienen de pie. Toc. Toc, toc, toc.
30 de marzo de 1940. Ciudad Esperanza dos de la tarde. .Cansado, con hambre. Así llegue a mi casa. Fue un día difícil. En mi clase en la escuela primaria tuve de todo: pleitos con mis compañeros. La maestra Josefina me aventó con el borrador y directo a la cabeza.
Y llegó. Y mi madre no me abre. Toco con insistencia y después de un rato mi madre abre y lo que veo me eriza la piel. Una escena horrible: su cara ensangrentada. La boca destrozada. Su pelo maltratado. Un espectáculo y un ambiente sórdido, repugnante.
– pasa hijo, pasa.
¿ Qué pasó?
PERDÓN
No me esponde. Avanzó un poco y lo veo. En una poltrona esta Hector Magallanes, mi padrastro. Sonrisa fría, actitud gozosa. Feliz de haber golpeado a mi madre de esa manera.
No dije nada. Se me cerró la vida. Avance por instrumentos hasta la cocina. Deje mi mochila. Tomo un cuchillo cebollero. Retorno a la sala. Y de manera discreta me acerco hacia el sarraceno que golpeó a mi mamacita. Le asestó la primera puñalada bajo la garganta. La segunda en el corazón. Y lo remato con un tasajon en el estómago.
Consumado el crimen mi madre empezó a gritar “ asesino, asesino. Mataste al amor de mi vida, asesino.
Lo de siempre: mi madre me entrego a la policía. Nunca negué el crimen. Ahí conocí al detective Truddy Chopon. Llevo mi caso. Y su primera y única pregunta que me hizo ¿ porqué lo hiciste? Y gozaba con mi respuesta: por cobarde. A una mujer nunca se le pega.
Me internaron en el Consejo para menores delincuentes. Truddy Chopon, velo por mi. En ocho años de interno, concluí la primaria, secundaria y prepa técnica. Egresé del Consejo como técnico en cooperativismo.
Mi primer día libre fui a casa. Y toque esa puerta de escasos herrajes y curtida madera. No me abrió mi madre. Y solo escuché ese grito con dolor “ Asesino” “ Muerete”
De ahí en adelante hice mi vida.Hoy: aquí como cada mes después del pago de mi pensión vengo a casa a buscar el perdón. En la imaginación veo a mi madre sentada en la misma poltrona, llena de sangre. Y gritando “ Asesino”
Pero creo que si otra vez viera ese rostro ensangrentado. Otra vez lo haría. Solo me queda una duda ¿ A quien mate?
VIDAS PARALELAS
El Gobierno de Baja California Sur, a través de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS), impartió un curso sobre protocolos para la desinfección de superficies y espacios por COVID-19, a personal de limpieza y servicios de hoteles que solidariamente brindan hospedaje a personal médico y de enfermería que atienden directamente a pacientes con esta enfermedad.Esta capacitación se llevó a cabo con base en el manual de biosaneamiento que la institución estatal desarrolló en el marco de esta contingencia, para ofrecer una guía sobre métodos y sustancias a utilizarse para la adecuada sanitización de espacios públicos, recintos médicos, comercios, empresas y casas habitacionales, indicó la comisionada Blanca Pulido Medrano…Y con esto nos despedimos no olviden: hagan el bien y sean felices.