BURÓ POLÍTICO/ GABRIELA ¡RENUNCIA!
POR ARIEL VILCHIS
No hay manera decente de salvarla. No existe forma decorosa para que concluya su periodo estatutario para el que fue electa por los priistas que le brindaron su confianza. La única puerta que ha dejado abiertaGabriela Cisneros Ruiz es la de Renunciar al cargo de dirigente estatal del PRI en Baja California Sur.
Cisneros Ruiz es el claro ejemplo de todo lo que no se debe hacer cuando se dirige un partido político. Alejada de una militancia tricolor que cada vez es menos, con un partido que ha dejado prácticamente en el abandono sin comunicación institucional con la estructura formal- ya sean los comités municipales, el consejo político o la comisión permanente- practicando una política de afectos donde la constante son las fiestas en su casa como punto de reunión.
Y si a lo anterior le sumamos la opacidad con la que se manejan los recursos públicos, que como partido recibe vía prerrogativas, usando al PRI como agencia de empleo, sin rendición de cuentas ni transparencia. Entonces es claro que la actual dirigente tricolor le queda mucho a deber a los priistas sudcalifornianos ya que a más de dos años de que Gabriela Cisneros Ruiz asumió la presidencia no ha presentado un plan de trabajo que acerque al priismo con la ciudadanía. Mucho menos llevar a cabo la tarea del encuentro con la militancia y los simpatizantes priistas.
Muy lejos se ven ahora las promesas de fortalecer al PRI con la llegada de Cisneros Ruiz de la mano de su mentor y jefe político Isaías González Cuevas líder nacional de la CROC.
¿Qué les queda ahora a los priistas? Levantar la voz como lo han hecho ya algunos cuadros y militantes,exigir la remoción de la dirigencia estatal por falta de operatividad. Ya que la reflexión es clara, con esa dirigencia no llegarán muy lejos y no tendrán nada que ofertar a la ciudadanía en el próximo proceso electoral.
De continuar Gabriela Cisneros los priistas pueden estar seguros de que, sin duda, las candidaturas y posiciones plurinominales serán para los croquistas y que el PRI se volverá una franquicia de cambio para fines personales tanto de Isaías González como de la propia dirigente quien mantiene el sueño guajiro de ser diputada plurinominal.
Si Gabriela Cisneros entiende que es la responsable de la desastrosa conducción del PRI, que su liderazgo se quedó solo en un intento vano, que no tiene el respaldo de los comités municipales, que los sectores y organizaciones no están de su lado y que ha perdido credibilidad con la militancia, si a Gabriela Cisneros le quedan tres dedos de frente, entonces renunciará antes de que la crisis la alcance. Aún está a tiempo y puede hacerlo con dignidad. Ya veremos qué sucede, es mi opinión, al tiempo…
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