¿De que color es la democracia?
Por: Salvador Castro Iglesias
Correo electrónico: salcasis@yahoo.com.mx
De un tiempo acá me he hecho esta pregunta con cierta frecuencia, ¿de que color es la democracia?, sobre todo al ver y leer muchas declaraciones en las redes sociales al respecto.
Los chicos de las izquierdas le tiran a los de las derechas y ambos a los de centro, algunos juran tener la verdad absoluta y amén de rasgarse las vestiduras pregonando su verdad, también critican acremente a todo aquel que tenga la osadía de contradecirlos y en un émulo de nuestro actual Presidente de la República etiquetan a todos aquellos que no compartan sus ideas como “ fifís”, y los de derecha en venganza los etiquetan con “Chairos”, ¿Qué cosas no?.
A mi respecto solo recuerdo cuando en clases de Historia de México se hacía énfasis en que TODOS los que vivimos en este hermoso País solo éramos MEXICANOS, cosa que al parecer se nos olvida a la hora de querer imponer nuestras ideas.
México después de muchas guerras intestinas, los movimientos de Independencia, la Reforma, las guerras Cristeras y la Revolución Mexicana aún no ha podido encontrar esa unión que mucha falta nos hace.
Si eres del DF eres chilango, si eres de La Paz serás un pata salada, o bien Jalisquillo si naciste en Guadalajara y así, siempre etiquetando a nuestros hermanos Mexicanos solo por el hecho de haber nacido en otro Estado que no sea el nuestro.
Pareciera que de un tiempo acá se busca desunir mas que unir, separarnos unos de otros solo por pensar diferente o no ser del mismo Estado o lugar de nacimiento.
Que si el PRI, que si el PAN, que si MORENA, el PT o el PRD, para mi al final de todo eso no debería ser relevante para lograr tener un gran País, lo que debiera de contar y ser tenido en cuenta son las personas que integran tales Partidos Políticos y no sus siglas.
La libertad se basa en el respeto a las ideas y formas de pensar, en entender que cada quien tiene todo el derecho de pensar diferente y ahí radica precisamente el que se pueda dar una sana convivencia y no en el insulto, la denostación y la provocación.
He visto como al paso del tiempo muchos Mexicanos llegan hasta las manos contra otros solo por el hecho de no formar parte de sus ideas, cosa que tristemente pareciera ser del agrado de la nueva élite en el poder.
Un México en donde no pasa nada aunque pase, un México antes glorioso y hoy humillado por su misa gente que no entiende que solo unidos podemos salir adelante, no es con faltas de respeto ni ofensas como lo podremos hacer.
Si el Presidente y su gabinete no están dando resultado debemos decirlo, pero siempre dentro de la urbanidad y el respeto, quejarse e insultarlo no servirá de nada.
Es claro que las políticas que se están llevando a cabo por parte de este nuevo Gobierno Federal adolecen de muchas cosas, falta de experiencia demostradas hasta la fecha es uno de los ingredientes, cambios de rumbo y de timón sorpresivamente y falta obvia de resultados a la fecha nos hacen desconfiar.
No existe claridad en los propósitos tales como la construcción de un tren Maya o la cancelación de un Aeropuerto Internacional en la Cd. De México hace que muchos desconfiemos de si ese es el mejor camino a tomar.
No se diga de la desaparición del seguro popular que a la fecha funcionaba, protegiendo a miles de Mexicanos de escasos recursos, ahora se llamará INSABI y a hoy no hay reglas claras para su operación.
Bien podemos enumerar muchas cosas más que a mi parecer no van bien, mencionar errores de inicio que al parecer terminarán mal y que el Gobierno deberá modificar para bien de todos los Mexicanos.
Sin embargo lo más preocupante es esa aberrante idea de pretender dividirnos, de crear conflictos entre nosotros solo por el hecho de pensar diferente, ello nos puede llevar a derroteros nada agradables, cosa que al parecer es bien vista por quienes hoy nos gobiernan.
México y los Mexicanos nos merecemos un mejor futuro, con funcionarios honestos y que cumplan las expectativas en los hechos y no en las palabras, que cada uno de nosotros haga su parte en beneficio de todos, repito, con descalificaciones y denostando a otros jamás podremos superar nuestras diferencias.
Nos leemos más adelante …