Del dicho al hecho
Por: Salvador Castro Iglesias
Correo electrónico: salcasis@yahoo.com.mx
Promesas van y promesas vienen, las escucho cada vez con mayor frecuencia, dichas por Políticos que al parecer no tienen la menor intención de cumplirlas, ese es su modo de obtener más votos en cada elección y todavía mucha gente les cree o les creemos.
Que si erradicaremos de tajo la corrupción, que si ya no habrá privilegios para los funcionarios, Diputados, Senadores o quién sea.
Frases van, frases vienen, llenas de candor y amor por este pobre México que aún no termina de madurar, en donde sus pobladores son una gran mayoría de personas con niveles de estudio muy por debajo del nivel que se requiere para alcanzarlo, que creen ciegamente que llegará el Mesías a salvarlos de sus miserias y tribulaciones y que de un solo golpe, hará que el México de antes, de la riqueza para todos sea de nuevo una realidad.
Frases dichas por políticos corruptos que difícilmente erradicarán la corrupción porque ellos también son corruptos, que de ninguna manera están dispuestos a perder sus privilegios alcanzados y logrados a base de robar, mentir y engañar.
Un México terrible en donde nuestro Presidente electo prefiere escurrir el bulto antes que tomar una decisión, que mejor le endosa a ese pueblo querido y amado por él y que se llama el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.
La construcción de este nuevo aeropuerto que además ya lleva más del 30% de avance y que a decir de MORENA está lleno de fallas, tranzas y corrupción en su construcción debe detenerse a como dé lugar, porque el nuevo Presidente así lo desea, porque es el nuevo Tlatoani y no desea que se construya, pero que apegado a su promesa de dar voz a su amado pueblo, le deja la responsabilidad de tomar la decisión de si se termina esa obra o no, a través de una consulta ciudadana que no consiste más que en votar en un sí o en un nó y que debería ser tomada por él y no por el pueblo.
Este acto (la tal consulta), resultó ser un auténtica pifia, al demostrarse con fotos y comentarios de algunos votantes que lo hicieron dos o tres veces, que nunca supimos quién contó los votos o controló dicha votación (fue MORENA quién lo hizo) y que nos dejó a muchos muy decepcionados.
No se puede ser Juez y parte, pero MORENA o sus integrantes se dieron vuelo contado los votos en un acto además de ilegal, fuera del apego a las leyes y demás, y el resultado no podía ser más obvio, el NO resultó ser contundente.
Sin entrar en detalles sobre los aspectos técnicos (no soy ingeniero), ni de si la opción de construírlo en Santa Lucía es la mejor o no, solo diré que no es posible que en estos tiempos se derroche dinero del pueblo solo por capricho de un Gobernante, ya se invirtieron grandes cantidades públicas y privadas en la construcción del aeropuerto de la Ciudad de México, para tirarla al bote de la basura e ir a construír otro en otra parte, que además ya se encuentra operando por la Fuerzas Armadas de este País y que no creo lo cedan así nada más, el Gobierno tendría que construirles otro con el doble del presupuesto, ¿Cómo la ven?.
Pero lo más deprimente de este asunto, es que la gran mayoría de los votantes en esa famosa consulta, no sin ingenieros, ni arquitectos ni urbanistas, tampoco tiene la menor idea de cómo se construye un aeropuerto y mucho menos viven cerca de ahí.
El que promete cumple, eso debería ser cierto, pero promesas que sean una realidad, que beneficien al pueblo, que no sean solo para ganar una contienda, y no para causar daño al erario público como en el caso anterior. Que dichas por el Presidente nos conduzcan a una mejor calidad de vida y que por supuesto sean tomadas por él y no por los ciudadanos, que si bien pueden dar su humilde opinión no sean definitivas. Además si el pueblo es el que decidirá sobre tal o cual cosa, entonces ¿para que carajos tenemos Diputados y Senadores que nos representen?, ¿Qué no se supone que ellos están ahí para eso? Que los pusimos en ese lugar porque todos los ciudadanos no podríamos hacerlo juntos y por eso por cada número X de ciudadanos tenemos a un REPRESENTANTE que lo haga por nosotros.
México requiere de un Presidente fuerte, honesto, que no prometa pero que si haga, que no escurra el bulto con supuestas y amañadas consultas ciudadanas que en principio debieron ser recogidas por nuestros Diputados y Senadores y que en todo momento nos haga sentir orgullosos de tenerlo como el máximo representante de nuestro País.
Andrés Manuel López Obrador nos prometió mil cosas, ahora deberá responder ante su pueblo y cumplirlas, ya no es oposición, ahora está en donde siempre soñó y México lo necesita con urgencia, pero con mesura, cordura y esa capacidad que dijo tener para guiar los destinos de nuestro País y no con absurdas consultas que no conducen a nada y solo derrochan recursos.
Nos leemos más adelante…