Francisco Javier Ángeles Villarreal
Abogado Penalista
No fue una reforma debido a un personaje político, o algún partido político en específico, fue una obligación que el Estado Mexicano había postergado desde los años 80, omitía la situación referente al Sistema Penal que teníamos anteriormente; la ONU envió a un relator para que investigara la forma de impartir justicia en México, dicho relator recopilo entrevistas, documentos, e informo la grave situación que el Estado Mexicano padecía, por ello México nuevamente omitió informar a la ONU, e inmediatamente empezó a plantear el tema de la reforma penal y finalmente se reformo el sistema de justicia penal el 18 de junio de año 2008 en aras de cumplir los compromisos internacionales que México ha suscrito y ratificado.El Nuevo Sistema de Justicia Penal Adversarial, opta por que la persona enfrente su proceso penal en libertad, con excepciones de los delitos como: violaciones, secuestros, homicidios dolosos, delitos cometidos con medios violentos, delincuencia organizada, trata de personas, y los que determine la Ley en contra de la seguridad de la nación.
Recientemente han surgido bastantes personas que le pretenden restar credibilidad al Nuevo Sistema de Justicia Penal, desde catedráticos reconocidos como Alberto del Castillo del Valle, que reconozco su enorme trascendencia jurídica, pero no comparto su postura rígida referente a la opinión que emite sobre el NSJP que manifestó hace días lo siguiente: “no porque los reclusorios estén llenos vamos a dejar que la gente salga”, porque en opinión de Alberto del Castillo del Valle al suceder eso estaría pudriéndose la sociedad y que el principal problema del NSJP es que ahora se protege.
El NSJP es más transparente y evita arbitrariedades, tema que no sucedía anteriormente con el sistema tradicional, el Ministerio Publico investigaba y prejuzgaba con su prueba, gozaba el Ministerio Publico de bastante fuerza en sus actuaciones, y cuando se consignaba una averiguación previa el Juez valoraba todo lo que el Ministerio Publico tenía en su Averiguación Previa testimoniales, peritajes, todo lo soportaba el papel, ahora los testigos acuden a una audiencia y su información que emite no obra en papel, ahora se privilegiara la oralidad y la presencia en las audiencias de los jueces sin delegar esa función, la inmediación es uno de los principios del Nuevo Sistema Penal Adversarial.
Ahora tendremos jueces de cara a la sociedad, el litigante o Fiscal deberán sostener oralmente sus pretensiones con argumentos que convenzan al Juez o Magistrado, se evita que delitos de menor relevancia penal lleguen a un Juicio oral, existiendo normativamente salidas alternas como una suspensión condicional del proceso, acuerdo reparatorio, procedimiento abreviado y con ello se evita que una persona ingrese a prisión para esperar su proceso penal; no significa impunidad o fallas de un sistema como erróneamente lo perciben bastantes personas, pero es una manera distinta de recibir justicia. El tema de fondo es un cambio cultural, se abandona la idea “quien la hace la paga”, precisamente existen muchas personas actualmente abandonadas en los Centros Penitenciarios por esa mentalidad que ha ganado terreno en el sistema tradicional que hemos abandonado, por fortuna, y urgentemente se les debe exigir un cambio de paradigma a los operadores jurídicos que participaran en un engranaje enorme.
Por último, los delitos no van a desaparecer con el NSJP, la reforma no fue para ese tema, sino, para generar una Justicia más civilizada, evitar que colapse el Sistema Penal, desde luego privilegiando que un inocente no ingrese a prisión.
Cabe poner de relieve que el costo para mantener a un interno en prisión es aproximadamente de $ 150.00 ciento cincuenta pesos por diariamente, actualmente tenemos en el Centro Penitenciario de esta ciudad capital cerca de 800 personas privadas de su libertad, representa un gasto aproximado diariamente de $120,000 ciento veinte mil pesos cada día que transcurre y un aproximado de tres millones seiscientos mil pesos por mes, dando un total de cuarenta y tres millones doscientos mil pesos por año. Es una cifra sumamente considerable para continuar apostándole a la prisión para todos los casos y que no se logre realmente la función de la pena.
Cordialmente
Francisco Javier Ángeles Villarreal
Abogado Penalista