Crónicas navideñas
Por: Alfredo González González
Cada clan en sus casas de acuerdo con lo acordado en días de una prevención sanitaria. En nuestra mesa estuvo la señora de la casa, su servidor, así como Alfredo l, Alfredo ll y Alfredo lll.
Es la primera vez que cinco de los Alfredos se reunían con Alfredo papa y abuelo. Una cena sobria que en forma noble las hijas enviaron y vaya que tienen buen sazón. Una botella de sidra sin alcohol y unos refrescos.
Y lo que podía ser melancolía por la inflación y la pandemia y el diablo suelto y el desorden, etc. Tuvo sus momentos de emoción pues a media tarde llego Isidro Jordán Moyron con un pastel que deseo comentarle ojala no lo sepa el doctor Víctor Manuel Estrada Salgado, le pegue un atascon de los buenos y luego el detalle de invitarnos también un ex gobernador con el que trabaje, el Lic. Guillermo Mercado Romero, gracias Guillermo, jamás olvido los detalles y la misma gratitud para Jordán Moyron. La verdad es que la fecha está destinada a los niños, porque es u niño el que nació pero hay quienes forman el pretexto, cada quien hace las cosas que convenga a sus intereses.
Alfredo lll pregunto en una broma sana y limpia que si a qué horas se abrirían los regalos, nos reímos porque no había ningún regalo en el tradicional símbolo de paz y amor entonces le dijimos: “ahí, es donde están los regalos”, ese árbol y ese niño que se encuentra en el pesebre, es amor, redención, hermandad entre los hombres, creo que es mucho más que lo que pudiéramos pedir.
Creo que Dios nos vuelve a dar una lección, sin embargo, parece no haberse entendido. Disfrutan más embriagándose hasta los talones y ocasionan más problemas que alegría y unidad. A mí me pasó algunas veces, pero una vez dije basta. Tradicionalmente los últimos seis años he estado alejado de la vida social conviviendo y en brindis, preparo mi café, y corro las cortinas y le doy gracias a Dios al observar los arreboles rosáceos que dan la acuarela de la navidad diciéndonos: “esto te he dado, el cielo, el mar, las montañas”¿Hemos respetado esto? ¿No? Entonces hay que empezar a hacerlo porqué en ello está la vida de los hijos de nuestros hijos.
Saludo con afecto a Bevo Cota, a don Antonio Salgado, Edmundo Salgado. Escuche la voz de mi compadre Antonio Manríquez Guluarte, de Aurelio Haro, Manuel Casillas, y de mis seres queridos que están en el alto golfo, de ex alumnas mías en Tijuana. Una emoción inenarrable. Con eso es más que suficiente. También la presencia de Gilberto Ibarra porque lo hice venir con un obsequio hecho por manos familiares. Extrañe algunas amistades pero un sinfín de amigos hacen algunas cosas sin que acude a la omisión. Me gustó la experiencia pero seguramente llegara el día en que todos los Sala Sánchez, Torreblanca Sánchez, Higuera González, Valente y familia, Jesús Aguilar Covarrubias, Familia Núñez González, González González y GonzálezJiménez, diremos o hagamos un brindis y sonriamos con los niños cuando abramos los modestos regalos, la fiestas de los, incluyo a los Mayorales Torreblanca , a los Rochin Torreblanca, extrañe una llamada del Distrito Federal pero creo que me dolió la primera vez, ahora no, a todos mis hermanos sudcalifornianos, a todos mis familiares, espero que la navidad nos haya dejado a todos una enseñanza.