ECO PENINSULAR
• Esperanzas y desesperanzas.
• Eso nos debe hacer razonar.
• Todos somos corresponsables.
• No hay ética cuando se promete y no se cumple.
Alfredo González González.
En política nacen esperanzas, pero al final de la jornada surgen las desesperanzas, éstas alimentadas por no haber llegado a la meta. Cuando la derrota es auténtica, se enfrenta con ecuanimidad y la certeza de que no hubo cartas por debajo de la mesa, si no es así, emerge la sinrazón y el deterioro emocional.
Ya no son los tiempos de verdades a medias o mentiras completas, el debate debe sobreponerse a la ofensa y la diatriba para no caer en el pozo sin fondo de la inconsecuencia.
En el momento culminante de que alguien obtiene el triunfo piensan que la razón les asiste aunque su retaguardia esté plagado de moscas y otros bichos. ¿Cuántos irán gritando por las calles, ovacionando al ganador, aun cuando estaba en el bando contrario? Frases como: Yo siempre dije que él iba a ser y cosas por el estilo en desplantes de cinismos rastacuero ramplón.
Así somos, así fuimos pero esperamos ya no serlo. En cuanto a los que harán añicos sus sueños, creemos que debemos pensar que es la hora de la reflexión porque es más positivo reconocer el triunfo justificado de los demás, porque esto eleva la condición y dignidad humana.
Pero si nos encerramos en que, nuestro razonamiento son los valederos, ¿Cómo validar el paso devastador por Veracruz o por Tamaulipas o por Sonora, etc.? Cómo está de acuerdo en las muertes violentas de precandidatos o funcionarios en servicio de todos los partidos políticos, porque pareciera una batalla campal. Esto lo decimos en función de prever hechos violentos y aunque sea por una primera vez, demos un rostro al mundo de que somos una sociedad civilizada.
Quizá vendría bien echar un vistazo a los vecinos del sur (Venezuela) donde la miseria, la muerte violenta y la falta de respeto a la vida de los seres humanos, nada más porque un sujeto que no tiene nada de “maduro” tuvo como méritos el pajarito que le dijo que él iba a hacer y cuyos méritos es haber sido el lamepatas del dictador Hugo Chávez.
Pero debemos decirlo, todos somos corresponsables de que la elección en puerta se prohíje bajo los mejores auspicios y con imparcialidad, con el esfuerzo suficiente para que se vayan mejorando periodo tras periodo, de no ser así, habremos extraviado el conteo regresivo hasta que el destino nos alcance.
Un buen comienzo sería cumplir puntualmente las promesas y compromisos de campaña, al través de una ruta crítica e informando de lo que llene de esperanzas a la ciudadanía, de no ser así se acerarán todos los caminos y solo quedará el de la violencia, que muchos quieren y otros no la deseamos y en esto hay que poner la vista ante cientos de miles de armas que pasan de los estados unidos de Norteamérica a Territorio mexicano.
Alguien dijo que: La política era lo más sucio y desaseado que existe, la ensucian los que van tras el hartazgo del poder, por el poder mismo porque la política sencillamente es la actividad al servicio del conglomerado, cualquiera que sea su credo político.
Finalmente no somos los agoreros del fracaso, porque el nacimiento de cada sexenio, trienio, etc. Llena de esperanzas y ahí los protagonistas más que picotearse deben proponer como vamos a regresarle a un pueblo mucho de su credibilidad.