ECO PENINSULAR
• Se sigue interactuando. • Preferible un acto de contrición. • Una actividad sencilla sería visitar los distritos electorales locales.
Alfredo González González.
En una entidad como la nuestra, cobra mayor importancia sin menos cabo de las demás, por lo prolongado a sus distancias entre la cabecera de la entidad. Mulegé por ejemplo, donde a Bahía Tortugas por carretera se cubren esas distancias en 8 horas.
La administración que encabeza Mendoza Davis, interactúa hacia todos los puntos cardinales, lo que le da equidad para el bienestar colectivo, hace un par de días la presencia del gobierno del Estado se encontraba en Mulegé, hace 3 días en Los Cabos, se ha recorrido a Loreto y Comondú, se entregan obras, se reciben peticiones y poco a poco se le imprime serenidad a una política donde participan el ejecutivo estatal, su esposa Gabriela, Isidro Jordán Moyrón, autoridades cabeñas y Álvaro de la Peña que realiza una gira con los muleginos. Todo ello estimula y nos da un producto de trabajo en conjunto.
Por otro lado, hay quienes tratan de mimetizar sus fallas vistiendo su piel de oveja y llamando a la reconciliación, lo anterior es referente a los eventos desagradables en el Congreso del Estado, cuando la verdad es que está alentando aspiraciones políticas, creando calenturas adelantadas, cosa que no es negativa si mejor hubiera convocado a afinar la guitarra, lo que nos da por consecuencia que era mejor que orara con el acto de contrición: Yo pecador me confieso…. Quizá no le importaba a quien arrastrar en una carrera de fortalecer un proyecto personal: Primero yo, después yo y siempre yo. Ojalá se reconstruya la calma y el oficio político resurja en aquella conseja: En política es mejor sumar y multiplicar que restar y dividir.
Seré claro y conciso,
así lo expresó Casiano
que conste que no me rajo,
el partido del trabajo,
¡Cayó en garras de Narciso!
Existe ausencia de seso,
Porque quizá se sienta eterno,
Se inmiscuye el caso interno,
Que compete al Congreso.
Yo no soy peyorativo
y ya parece que lo olvidó,
vergonzoso situación
(cuando el lépero Narciso),
faltó al respeto a la institución.
Para orientar a nuestros lectores, las líneas atrás citadas, obedecen también a una falta de oficio político, cuando todavía Narciso Agúndez Montaño, fue abuecheado y expulsado del Congreso por los asistentes. No había poca razón para ello, váyale sumando: La venta fraudulenta de la playa norte del caimancito a un gringo Jeff Curtis.
El representante del gobierno para la transacción, posterior lo vimos despachando como procurador general de justicia del estado y por si no bastara en ese tiempo fue asesinado el joven Jonathan Hernández que, inclusive, trataron de inculpar a gentes de familias respetables entre quienes había uno a que los últimos momentos de Jonathan le reveló el autor del crimen. No se hizo nada, la zona no se acordonó, y siempre opinamos que había sido un miembro de la familia real de la época. Lo de la falta al respeto al Congreso, fue al que recibir el repudio se subía y se bajaba la punta de la corbata semejando a un miembro viril y luego enseñaba los bíceps diciéndonos que tenía la fuerza. No fue así. Y otra situación de carácter familiar, donde una bola de mastines, trataron de intimidar a una hija mía. Recibió la puntual respuesta que no quiero repetirla, porque siendo sincero se me pasó la mano.
Lo que más duele es que quienes deben estar informados de estas situaciones de cobardías, pillerías, y otras porquerías, se sigan meciendo en los columpios de los partidos políticos.