ECO PENINSULAR
La máxima expresión de la justicia debe despertarse.
El libro de AMLO, está en blanco.
Hay mucho que hacer, no actuamos como zombies.
La reflexión y el arrion.
Ninguno de los tres Poderes de la Unión se le debe subestimar. Estamos viendo y es del domino nacional las zarandeadas que el ejecutivo federal le está dando a la suprema corte.
Esto no es bueno para nadie. Primero enerva los sentidos teniendo como asesor al soplón de Lozoya. Se le está preguntando al pueblo de México si los ex presidentes deben ser llevados a juicio. Esto se llama una barrabasada presidencial desde la hora y punto que hay un poder, el judicial, para determinar conforme a derecho y testimonios presentados la culpabilidad o no culpabilidad. El poder federativo tiene delimitadas sus funciones así como el señor presidente.
No es difícil deducir que si el poder legislativo son sus mandaderos y el tiene la titularidad del federal, se habrá de apoderar del poder judicial de la federación.
Esto lo encamina a convertirse si no es que ya está en un señor de horca y cuchillo. A grandes rasgos se trata de una persona rencorosa, vengativa, sabe administrar el rencor. En un principio le decía yo con toda consideración que en cierta forma me llamaba la atención porque tenía el cuero duro, que se subía al ring con facilidad y en lo que no estuve de acuerdo es su actitud frente a la libertad de expresión. Ahora no resulta como fue un auto ataque como fue la boa para usarlo como escudo y no conforme con eso admite las testimoniales orales de un bandolero como Lozoya para empezar a arrinconar a los ex presidentes y el siguiente paso ya sensibilizada la raza utiliza un procedimiento absurdo, el de que con una firma se va a enjuiciar a un grupo de gentes que si lo es o no lo es no es quid si no la forma en que está pretendiendo hacer justicia y si esta es el valor absoluto del derecho está pretendiendo enderezar la espada de la justicia hacia quienes han señalado por Judas Lozoya.
Con lo anterior está ninguneando al poder judicial de la federación y está también atentando contra la dignidad de sus magistrados. Hay procedimientos legales pero al parecer tiene mucha prisa porque le pongan la corona de emperador y ojala recordara lo que le paso a Maximiliano.
Reflexión: Hay por ahí un libro escrito “por López Obrador” es un librito, escrito en 2006 y anotamos algunos puntos que contravienen lo que quiso decir y no hizo: su perfil ético: sobre esto en particular no puede haber valores morales cuando consciente en su gabinete existan sujetos como Rene Vejarano, como Manuel Bartlett, como dar por testimonios verdaderos las deposiciones de Lozoya. Es acaso ético la intromisión hacia poderes de la unión y el poder legislativo de algunas entidades. No es ético tratar de vender un avión, de rifarlo, de jugar a la lotería porque está convirtiendo su gobierno en una feria de pueblo.
Su honestidad: reconozco que tiene años en la lucha por el poder. ¿Cómo se mantuvo durante todos estos años? ¿Porque acepto el dinero que Ahumada le dio a Vejarano? ¿Por qué lo de pio pio su hermano? ¿Por qué su conocimiento con Loera Guzmán?
Habla de su capacidad intelectual: parece que no cuenta con ella al confundir a José María Morelos y Pavón con Vicente Guerrero, cuando en semanas anteriores en Chilpancingo a referirse a Vicente Guerrero le dio la autoría de los sentimientos de la nación. No puede haber capacidad intelectual cuando haciendo la finta y la graciosa huida a un cuestionamiento firme responde: yo tengo otros datos, o bien, mañana lo platicamos y en el absurdo: soy dueño de mi silencio.
En cuanto a su apego de la legalidad, ¿Cómo va a pasar por alto que hay tribunales como el poder judicial federal que anda aplicando un plebiscito para entregar las firmas a la cámara de diputados, reapareciendo la figura de Poncio Pilatos para lavarse las manos? Pero el colmo del cinismo y con una voz santificada dice: “sinceramente yo quisiera que los mencionados no fueran enjuiciados, pero, si el pueblo lo quiere, se tendrá que hacer”. ¡Válgame Dios! Si ya los tiene toreados de hecho, ese pueblo sin ninguna representatividad legal ante el poder puede decidir a los magistrados. Porque si así fuera usted tendría en un puño a cualquiera que lo enfrentara con razones y con la verdad y eso es ser una persona ventajosa, porque las minorías en un momento dado se pueden convertir en mayoría, son el fiel en la balanza. Sin las minorías no hay democracia, no hay estado de derecho, lo único que existe es abuso de poder. Siempre en primerísima persona le he hablado, siempre le he dicho que soy fiel seguidor de Lázaro Cárdenas del Rio, que recomendaba el respeto a la potestad de la república, y siento que ello no le da a nadie patente de corzo para tratarnos como sus súbditos y no ciudadanos que debemos levantar la voz cuando así se amerite.
Sigue otro punto: su compromiso con la verdad. Cuántasveces ha dicho una cosa y después se retracta. Aquí mismo en Baja California Sur usted hizo el compromiso del cable submarino y que iba a aportar una cantidad de mil millones de pesos porque eso representara un mejor servicio para el suministro de energía eléctrica y con eso no quedaríamos aislados de casos de huracanes. Después dijo que no. ¿Hay compromiso con la verdad? lo que ha calado más hondo es querer limitar o restringir la libertad de pensamiento. Si deberás se siente un intelectual debe recordar que la revolución francesa de 1789, entre otros de sus frutos fue esa libertad que es parte de los derechos universales del hombre, si usted le va a decir a un periodista lo que debe hacer o que otro día tratan el tema le está faltando el respeto a esa libertad.
No cometa el error grabe de imitar a Luis XVl arquetipo del absolutismo que solía decir: “el estado soy yo”. Créamelo, señor presidente, cuando se mandó borrar de los documentos oficiales la leyenda de “Sufragio efectivo, no reelección”, sentimos un aletear de mariposas en la parte baja del estómago y desde aquel entonces hice la advertencia: si ya antes había reelección para diputado, para presidentes municipales ¿Por qué no para un presidente? Su talón de Aquiles, señor, es que es muy predecible y que mucho me temo que la silla del águila lo cambio. Ahora si sinceramente lo siento por usted.
No nos gustan los pronombres
Es mejor un sorbo de sábila
Se dice que la silla del águila.
Hace cambiar a los hombres.
El mito surge de la nada
Lo decimos de corazón
La abuelita de Zapata
Decía que estaba embrujada.