1.- Primero fue la boa
2.- Objetivo: reelección por cuatro años.
3.- Surgen los ángulos negativos.
Hace algunos meses se agudizaron los sentidos y a través de las redes se habla disintiendo López Obrador. La inveterada costumbre de utilizar factores distractores se dejó sentir. Traía la careta, se aplica la técnica del auto ataque como defensa y se da a conocer de forma oficial un enlistado con políticos de oposición, empresarios y diversas situaciones con las que se han disentido con el presidente. Habían empezado los resbalones y habían iniciado curarse en salud.
Es más, fue tan ridícula la estrategia que un personaje de nivel federal le había hecho pasar por debajo de la puerta y la consideraba como un top secret siendo una información de tal nivel jamás se utilizan los nombres. Creemos que el gobernador de Chihuahua le causo hilaridad que se puso a bailar el ritmo Huapachoso: “es la boa, es la boa”.
Utilizaron el más mezquino de los procedimientos, el más cobarde, el más rastrero: le tenía en su expediente con su historial a Lozoya para convertirlo en el soplón sexenal y de esa forma salvo el fuero. Hizo indicaciones a diestra y siniestra, quien hoy vive en un penthouse con las mejores viandas y los mejores vinos. Salió una condición humana que indica la cobardía de que estuvo en el ajo durante mucho tiempo.
Era el génesis para echar leña sobre los anteriores inquilinos y ponerse la corona de los buenos y exhibir a los malos. Todo esto que se una a una práctica propia de los autócratas nos señala que se vio el compromiso entre los connacionales que se llama Pacto de la unión o pacto federal.
El ejecutivo está a cargo del presidente y cuando tiene sojuzgados a diputados federales y senadores salvo excepciones, arrodillados y cuando el poder judicial lo tiene bajo presión, automáticamente no somos una república federal, ni representativa, ni democrática, ni popular, porque visto de esta manera hay una sola opinión y un solo grupo de logreros, que preparan el brinco hacia la dictadura con aparentes gestos democráticos.
López Obrador tuvo un imponderable: la señorona doña pandemia que no estaba en sus planes. Hoy la boa, la cobardía del soplón de Lozoya, el quiebre con el ejército, los quinientos mil compatriotas bajo tierra, hace observar hacia el futuro tormentas de decepción y de ira social. Ahora con la desinformación y desorientación con que la vacuna rusa, la china, la Astrazeneca, y otras la gente voltea para todos lados y para la cereza del pastel el sábado anterior se revienta una situación donde el presidente ha mentido, así lo señalan concesiones a familiares relacionados con el célebreINSABI consistentes en insumos menores así como obras que suman cientos de millones de pesos. ¿Va a llegar? ¿No mentir? ¿No traicionar?
Hay un karma que lenta pero paulatinamente está girando hacia el vetusto palacio de los virreyes. La frase se acomoda muy bien: “Carlos Mendoza Davis y colaboradores van a preparar acciones conjuntas demuestran con esto que todo lo que traen no es de adorno”. Este es el temple de los sudcalifornianos. Se hablara de estos sucesos durante muchos años que costó la vida de medio millón de mexicanos, gracias a la estulticia y el desánimo de conducirse con honestidad y con raciocinio. Así la frase se hace pensamiento para decirle a las nuevas generaciones que la política es arte o ciencia que debe estar al servicio de la sociedad y que los lobos no lleguen con piel de oveja y de la mezcla de estas dos personalidades surja un dragón de 7 cabezas que arroya estancias infantiles, FONDEN, empresas, salud y de paso se saquea el producto interno bruto.