1.- Dos clases de depredadores.
2.- En la escala zoológica también clasifican los bípedos.
3.- Los de dos patas son los más peligrosos.
4.- El coyote más peligroso es el que actúa con premeditación.
Por: Alfredo González González
En la lucha por la sobrevivencia uno de los depredadores es el coyote porque tiene que enfrentar peligros como las trampas, los cazadores y otros animales más feroces.
En cambio el coyote de dos patas depreda, roba, asesina, y a veces lo hace al amparo de que está protegido por la ley. No corre ningún riesgo y eso lo hace no solamente cobarde sino altamente peligroso, destruyen pueblos, seres humanos, honras, dignidades, etc.
Por eso el cuadrúpedo no se merece más consideraciones porque lo hace en busca de satisfacer una necesidad. En cambio el otro es despreciable porque sabe que existe certeza en sus ilícitos.
Hace de su poder un reinado que lo quiere convertir en dinastía y lo más lamentable es que en estas mismas latitudes ha sido impartidor de justicia, ha mangoneado al poder legislativo y se erigió como señor de horca y cuchillo y en lugar de inculcar en sus seres queridos como los hijos los conceptos de justicia y equidad, los maneja con un chícharo en el oído para accionar en contra de otras instituciones aspirando a un futuro no lejano, volverse a elegir como los verdugos que ponen las patas en el pescuezo de sus hermanos.
No solamente este tipo de personas se distinguen porque se aferran a una cosa que ya no es posible, son material reciclado y si alguna vez hubo gestos de bondad han desaparecido. Hace sociedad con difuntos que los revive para seguir consolidando la complicidad que los mantuvo unidos. Pero los fantasmas han regresado para alterar sus sueños de grandeza, el karma cumple su cometido.
Por eso cuando hacemos las analogías con los coyotes buenos y los malos, el agundismo se reagrupa y digan que los décimos los locos, porque ya probaron el poder y deberían aprender lo que alguna vez nos decía el Lic. Mendoza Aramburo: “Me prepare más para dejar el poder, que para asumirlo, porque no hay peor martirio que sufrir las nostalgias del poder y quienes no pueden vencer ese síndrome son capaces de lo peor”.
Hay gentes jóvenes en el sur en el norte y en el centro, muchachos y muchachas que merecen su oportunidad y en una democracia sea cual fuere el partido que gobierna para que la política cumpla con su meta que es la felicidad colectiva y no de unos cuantos sátrapas cuyo expediente está bien abultado.
Hace mucho tiempo un padre de familia se vio precisado a alterar los vocabularios en páginas como estas cuando se percató que un infeliz de esta talla ordeno intimidar al periodista usando la inyección del miedo para intimidar.
Sin embargo la primera bofetada que le dio el karma fue el ridículo espantoso que hizo en congreso del estado haciendo señas obscenas mientras la gente le decía que le largara. Su logística para que lo aplaudieran porque fue un triunfo pírrico que le costó 30 millones de pesos o más y cayo a la cuenta de don Rodimiro Amaya lo pagaron 44 inocentes que por ahorrarse unos pesos se enviaron por ellos a Comondu en autobuses urbanos y finalmente su publirrelacionista fue asesinado.