Autor: Francisco Javier Ángeles Villarreal
¿’POR QUE EL DERECHO PENAL?
El termino de Derecho Penal obedece por que culmina en una pena, cualquier persona que de comisión a una conducta delictiva, tendrá como consecuencia una pena que determinara un Juez Penal, al margen de la defensa que tenga la persona involucrada en los hechos.
Por ello, el legislador ha seleccionado aquellas acciones merecedoras de una sanción penal que lesionen o pongan en peligro bienes jurídicos protegidos por el derecho penal.
Es bien sabido, desde siglos pasados la verdadera misión del derecho penal; que consiste en un medio de control social que necesariamente debe ser conducido con parámetros de legalidad, respeto a los derechos humanos, mesura y proporcionalidad en una Sociedad.
En efecto, en la actualidad la herramienta más poderosa con la que cuenta el Estado, es el Derecho Penal; es un tanque de guerra como lo llaman algunos distinguidos profesores del viejo continente en sus obras académicas.
No olvidemos, que los delitos nunca van a desaparecer, tendría que extinguirse la especie humana para imaginarnos la eliminación por completo de los delitos que acontecen con frecuencia en la sociedad. El delito debe de controlarse por medio de un plan estratégico en conjunto con instituciones comprometidas con resultados y no únicamente con cifras, estadísticas o algún resultado a corto plazo.
La norma penal que aparece en el Código Punitivo, representa una amenaza para el ciudadano, es decir, un llamado en no cometer dicha conducta, y quien se coloque en el supuesto será merecedor de un futuro reproche penal.
Ejemplo: el Legislador ha seleccionado y protegido la vida humana. “comete el delito de homicidio el que priva de la vida a otro”. Seguidamente, vienen mas supuestos con una penalidad en caso de suceder en el mundo factico.
En mencionado ejemplo, la norma fracasa cuando alguien concibe como privar de la vida a una persona y finalmente lo realiza; no resulta eficaz la amenaza por medio del legislador. Consecuentemente, el individuo que decidió desafiar al derecho penal, debe ser investigado, procesado y sancionado para enviarles un mensaje a la sociedad de que la persona que decida cometer un delito será castigada (prevención general), y quien se equivoco en cometer un delito recibir un tratamiento especializado (prevención especial), por medio de psicólogos, psiquiatras, educación, deporte, en aras de que cumpla su condena y se reinserte en la sociedad con una vida sin delito.
No obstante, la vida en una prisión resulta casi siempre muy controvertida; compurgar una condena no con lleva en no recibir un tratamiento correcto con disciplina, pero también respeto por parte de quienes fungen como garantes de la vida de los reclusos en prisión.
El trayecto que recorre una persona cuando comete un delito e ingresa a prisión, es un camino bastante costoso emocionalmente, físicamente y monetariamente. Enfrentan recursos legales que se demoran bastante tiempo, diferimiento de audiencias, amparos promovidos que paralizan el proceso penal, abandono de la defensa por parte de su abogado, desconocimiento de la materia por parte del abogado, abandono familiar, perdida de recursos entre otras situaciones lamentables.
Resulta importante mencionar que la Justicia penal, deja cicatrices, y marcas no deseadas, actúa como un bisturí que utilizan los doctores al momento de proceder a una cirugía; por tanto, los operadores jurídicos deben cauterizar el menor dolor posible a las victimas cuando acudan a denunciar o realizar trámites legales inherentes. La revictimización secundaria comienza con la lentitud, malos tratos, indiferencia hacia la victima cuando denuncia, todo ello genera una decepción ciudadana y se opta por la cultura de la no denuncia, como consecuencia de ello, el delito gana terreno y quiénes son sus autores también. Los derechos no son renunciables, el acceso a la Justicia es un Derecho Humano que toda persona tiene vigente en un Estado Democrático y de Derecho.
¿quienes realmente son los clientes del derecho penal? ¿todos los que cometen delitos son perseguidos y condenados? ¿cumple su fin la pena de prisión?