A mi buen saber y entender / La Pornovenganza
Por Luis Roldán
A principios de este mes, el Congreso del Estado de Yucatán aprobó la penalización del delito contra la imagen personal conocida como porno-venganza.
Sin duda los diputados de ese estado, sembraron a nivel nacional un precedente histórico en el cual aquel divulgue o amenace con difundir imágenes eróticas, sexuales o pornográficas obtenidas sin el consentimiento de la otra persona, será castigado conforme a la Ley
En Baja California Sur los diputados locales solo son noticia a nivel nacional por gastar 2.5 millones de pesos al mes en combustible, publicidad y viáticos, lo que representa un gasto mensual por diputado de 117 mil pesos.
Al año cada legislador de Baja California Sur gana más de 900 mil pesos, lo que representa un gasto de 19 millones de pesos al Congreso, sin que estos tengan la obligación legal de presentar cierto numero de iniciativas.
Sin duda la inoperancia de quienes nos legislan, deja un escenario a modo para quien lo supla, pues con poquito que se haga, siempre se hará mas que el otro.
La pornovenganza, es un tema que el estado vivió en el 2008 de cara al proceso electoral de aquel 3 febrero del mismo año, cuando el candidato por la coalición “Por el Bien Sudcaliforniano” conformado por el PRD, PT y Convergencia, aventajaba las encuestas bajo una campaña centrada en los valores familiares, sin embargo en una guerra sucia, el candidato de esa coalición se vio envuelto en un escandalo, al protagonizar un video de contenido sexual, donde se le ve con una mujer en una practica fellatio, entre otras cosas.
Puede no pasar nuevamente, pero en Baja California Sur, nadie ha visto por tratar de legislar ese tipo de acciones, en el cual no solo se violan el derecho de la persona, a no ser molestado de ninguna manera y más en la forma de llevar sus hábitos íntimos, si no que también genera fuerte problemas familiares y sociales a la persona afectada.
A 10 días de que comience la Decimo Quinta Legislatura del Congreso del Estado, es tiempo de recordarles a los nuevos diputados, que la tranquilidad de los ciudadanos necesita de legisladores y gobernantes que estén a la altura, que aporten leyes que permitan construir una mejor sociedad, pero sobre todo, que sancionen aquellas personas que abusan de otras; lo que si no queremos, son políticos que se mareen con tan solo subirse a un ladrillo.