En virtud de que continúan las denuncias por engaño telefónico ante las Agencias del Ministerio Público del fuero común, se reitera la alerta a la ciudadanía para que evite ser sorprendida por este tipo de conductas que personas sin escrúpulos encuentran rentables debido a la crisis que provocan en las víctimas.
También se advierte que dichas llamadas marcan como emisor de dichas amenazas a números de celular con clave (612), siendo estos los números, (14) 4 35 60, (24) 2 84 49; (19) 4 46 40; (19) 4 43 30; (17) 7 56 55.
De igual manera se han detectado llamadas de este número con clave (624) 1 50 06 78, otras con la clave (744) 3 09 38 22, y clave (449) 8 98 61 89.
Se destaca que, aunque algunas llamadas se identifican con lada local (612), estas se han realizado del interior del país, como la gran mayoría de llamadas de engaño telefónico reportadas.
E incluso se señala que las formas de engaño telefónico que utilizan quienes se dedican a cometer esta conducta ilícita, es amenazar con hacer daño, si la persona no efectúa pago a cambio de recibir protección de supuesto grupo delictivo.
Es importante que las personas sepan qué hacer para enfrentar un evento de este tipo, puede presentar la denuncia ante el Agente del Ministerio Público y/o a través de la línea de denuncia anónima 088, disponible las 24 horas del día, que atiende personal con la capacitación necesaria y especializada en temas como engaño telefónico y atención en crisis.
Ante ello, se reitera el llamado para evitar responder llamadas de ladas y números telefónicos desconocidos, y proporcionar información personal y familiar a personas desconocidas, quienes con frecuencia se identifican como empleados de instituciones financieras, bancos o empresas diversas, y solicitan a la posible víctima datos personales, financieros y referencias de amigos o conocidos.
Se destaca que en otras ocasiones envían correos electrónicos solicitando actualización de datos o tomando éstos, en las redes sociales o medios impresos, por lo que se debe estar alerta para evitar ser víctima de estos delincuentes.