AL ROJO VIVO
JESÚS CHÁVEZ JIMÉNEZ
AS
Manuel Macklis Fisher ya no vive. Murió hace 10 años. Pero aquí entre nos, creó que está vivo. Y pienso que el morirse fue una jugada más que le hizo al destino… Y espero que un día de estos me llame y me invite a comer por ahí. Manuel, fue un hombre fuera de serie. Un cuerpo grande, tan grande, que albergaba cómodamente un corazón de igual tamaño. Le conocí bien. Lo quise como amigo, como jefe, como socio. Y como mi segundo padre. Les confieso que ese amor no fue siempre. Es más, por muchos años, no nos hablábamos. Un, ¿hola como estas? Bien, señor Macklis. Y punto.
En sus tiempos de multimillonario, el tenía sus amigos periodistas. Me caía gordo, sin saber porque. A lo mejor por sus desplantes de hombre rico. En los noventa el destino nos unió, cuando asumió la alcaldía paceña, Entró a suplir a José Carlos Cota Osuna. Y yo me desempeñaba como director de comunicación social Y el primer día de su mandato. Y antes de que me corriera, porque no era santo de su devoción, hice mi oficio de renuncia y fui a la presidencia a entregárselo. Y ahí estuve en antesala durante seis horas. Y no me recibía. Hasta las once de la noche, Alberto Ceceña Cosió, su secretario particular, me dio el pásale. Y ahí estaba en la silla presidencial. Ancho cual era. Una chamarra de piel española color crema, camisa italiana. Y sin más preámbulo, me soltó la pregunta ¿Ya cenaste? Me saco de onda la pregunta. El sabía que estaba ahí, esperándolo. No. Le dije. Y le añadí. Y no tengo hambre. ¿Y qué tres en
el folder? Mi renuncia. Y es con carácter irrevocable. No quiero trabajar con usted. ¿¿ ¿Y eso? Una decisión muy personal. Le respondí. Hizo un silencio. Y volvió a la carga. Mira, está bien.
HOMBRE BUENO
Pero antes de que te vayas, vamos a echarnos unos tacos. Y hacer un recorrido por la ciudad. Acepte y fuimos a la taquería La Vaca Muda, de cabecita. Nos dimos una hartada. Y antes de terminar la cena me pidió “Quédate. Te voy a mejorar el sueldo.” Y vamos a ser amigos. Das el perfil, para que seas mi colaborador. Estas gordo. Y ahí, signamos un pacto de amistad para siempre. Después vinieron giras por las comunidades rurales, quitó los exclusivos de los funcionarios y se los dio al pueblo. Audiencias públicas, muy seguido. Entregó miles de títulos a gente necesitada. Le atoró al problema del bacheo y del agua potable. De iluminación. Y compro unidades del transporte urbano, el mismo que otro alcalde lo tracaleo a sus cuatachos. Manuel hizo en un año, lo que no se hizo en trienios. Y nunca cerró la puerta de Palacio municipal. Nunca se mareo con el poder. El ultimo día de su mandato convivio con sus colaboradores y les dio las gracias.
Al otro día, cocino para todos ricos pescados. Y siguió su vida. Las penurias económicas se le vinieron en cascada y de aquel millonario, quedo solo un hombre modesto, que daba el bocado a propios y extraños, sin pedir nada a cambio. Fuimos socios en una Revista Colla. Y desbaratamos la sociedad, en Constitución frente a unas ricas viandas de mariscos. Me dijo No me gustas de socio. Te vendo mis acciones. Dame veinte mil, sin moverte de aquí. El destino me había puesto en mi bolsa esa cantidad. Cuando vio el dinero, soltó la carcajada. Digo que Manuel trae un as bajo la manga. Y no miento. Su vida, era la de un buen jugador de Póker. En momentos difíciles, cuando el camino se cerraba soltaba su juego: Pockar de ases. Sin duda un ganador. Y esto lo aplicaba en el amor, la salud, la vida en sí. Lo hizo en los negocios que le dieron fama y dinero, viajes por el mundo. En la cercanía con amigos. Y un día en enero del dos mil once, me habló por Teléfono. Gordito, llévame a comer, fuera de La Paz. Vamos a platicar. Y deje lo que estaba haciendo y lo lleve a San Pedro.
VIDAS PARALELAS
Y desde que se subió me empezó a contar su vida. Me habló de don Cruz, su padre. De su madre y sus hermanos. De su primer amor, Mary. Hasta los demás. Me habló de sus ilusiones, de todo. Comimos barbacoa. Y de regreso, la risa, los recuerdos. El inventario de nuestros negocios, donde ni ganábamos ni perdíamos. Y un día que no quiero recordar me llamaron para decirme que Manuel, había muerto. De pronto me acorde, de lo que siempre he dicho que hombres como Manuel, que nacieron para compartir, para amar, para servir, no mueren, solo se van de vacaciones a los paraísos desconocidos. Y en el caso de Manuel, vendrá, con esa franca sonrisa y en la mano. Un as…Sabemos que en Los Cabos carecemos de agua, por eso, es fundamental que la ciudadanía contribuya al cuidado del vital líquido; en ese sentido, la Dirección Municipal de Cultura del Agua del Oomsapas Los Cabos, promueve campañas de concientización para ahorrar este recurso tan valioso.
Es así como a través de redes sociales, visitas domiciliarias y medios de comunicación, la Dirección de Cultura del Agua comparte algunos consejos que la ciudadanía puede aplicar en su vida diaria, entre ellas destacan las siguientes: cerrar la llave mientras se cepillan los dientes; en ese caso, pueden usar un vaso de enjuague, ya que de esta forma ahorran hasta un 90% del agua que utilizan en su aseo personal.Otra forma de ahorrar agua es mantener la llave cerrada cuando se enjabonen las manos o la cara, ya que esta simple acción equivale a 12 litros por minuto, lo que representa un ahorro importante para el Organismo.
Y con esto nos despedimos no olviden; hagan el bien y sean felices.