AL ROJO VIVO
JESÚS CHÁVEZ JIMÉNEZ
NECESIDAD
La indiferencia tiene nombres Todos necesitamos de todos. Hasta Carlos Slim y Elon Musk. Los más ricos del mundo. Y cuando hablamos de necesidad, decimos solidaridad, respuesta, comprensión y hasta obligación. Y cuando esta fórmula no se encuentra llega la frustración.
Hoy en Guerrero Negro punto estratégico, comercial, político y hasta de soberanía se vive una doble pandemia. La irreflexiva asonada del gobierno federal, contra la gente que labora en una paraestatal, como es la Salinera. Y la segunda la devastación legal de su mando. Ante esta nube negra la necesidad de solidaridad brilla por su ausencia.
Hoy ni Alfredo Porras, Ruth García Grande ( ¿ lo será?) ni Rigoberto Mares, Guadalupe Saldaña, Isaías Gonzalez, Ricardo Velazquez, Lucia Trasviña. Y todos los diputados locales. Así como los candidatos a la gubernatura. Nadie de esta burocracia política ha volteado a ver la ignominia que se comete en Guerrero Negro. Ni la Secretaria de Economía Tatiana Clouthier interviene para poner orden en el desgarriate que trae el nuevo director Gregorio Cavazos que cree que está dirigiendo una más de sus obras de albañilería un sábado por la tardecuando los albañiles ya traen varios caguamones en pecho y espalda.
Necesidad de que se aplique la ley. Este funcionario está violando las disposiciones en materia de nombramientos en el sector público. No es elegible para el cargo.Hay necesidad de solidaridad con el Sindicato Salinero. No se explica la indiferencia y el silencio de esta organización ante la crisis de la empresa. Si bien los agredidos eran personal de confianza, hoy se sabe que estos en su salida arrastran a sindicalizados.
¿ HASTA DONDE?
No se hasta donde llegue este frentazo a una empresa generadora de empleos buenos para nuestra gente. E ignoro cuál sea la reacción de los socios japoneses ante el huracán provocado por la inexperiencia, incapacidad y soberbia de Goyo Cavazos. Lo que si se es que el abandono a los nuestros en conflicto es una puñalada sangrienta más deleznable que las locuras de este regiomontano. Legisladores todos. Que no les tiemble la barbilla cuando quieran más votos. Cuenten con ellos.
VIDAS PARALELAS
AS, bajo la mangaManuel Macklis Fisher ya no vive. Murió hace 8 años. Pero aquí entre nos, creó que está vivo. Y pienso que el morirse fue una jugada más que le hizo al destino… Y espero que un día de estos me llame y me invite a comer por ahí. Manuel, fue un hombre fuera de serie. Un cuerpo grande, tan grande, que albergaba cómodamente un corazón de igual tamaño. Le conocí bien. Lo quise como amigo, como jefe, como socio. Y como mi segundo padre. Les confieso que ese amor no fue siempre. Es más, por muchos años, no nos hablábamos. Un, ¿hola como estas? Bien, señor Macklis. Y punto. En sus tiempos de multimillonario, el tenía sus amigos periodistas. Me caía gordo, sin saber porque. A lo mejor por sus desplantes de hombre rico. En los noventa el destino nos unió, cuando asumió la alcaldía paceña, Entró a suplir a José Carlos Cota Osuna. Y yo me desempeñaba como director de comunicación social Y el primer día de su mandato. Y antes de que me corriera, porque no era santo de su devoción, hice mi oficio de renuncia y fui a la presidencia a entregárselo. Y ahí estuve en antesala durante seis horas. Y no me recibía. Hasta las once de la noche, Alberto Ceceña Cosió, su secretario particular, me dio el pásale. Y ahí estaba en la silla presidencial. Ancho cual era. Una chamarra de piel española color crema, camisa italiana. Y sin más preámbulo, me soltó la pregunta ¿Ya cenaste? Me saco de onda la pregunta. El sabía que estaba ahí, esperándolo. No. Le dije. Y le añadí. Y no tengo hambre. ¿Y qué tres en el folder? Mi renuncia. Y es con carácter irrevocable. No quiero trabajar con usted. ( Continuará mañana) Y con esto nos despedimos no olviden: hagan el bien. Y sean felices.