El desarrollo del padecimiento renal crónico se puede evitar con una vida saludable, esta implica hacer ejercicio y comer adecuadamente para disminuir el riesgo de obesidad, colesterol y triglicéridos elevados, afirmó especialista en nefrología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
De igual manera, expresó el médico del IMSS, es importante disminuir la ingesta en cantidades excesivas de proteínas de origen animal que aumentan la actividad de los riñones, así como limitar el consumo de alcohol y tabaco, ya que este último se elimina a través de dichos órganos.
Recomendó adicionalmente disminuir el consumo excesivo de sal y evitar medicamentos no prescritos, ya que al ser usados por largo tiempo desgastan el funcionamiento de los riñones.
Explicó que la función renal consiste en el trabajo de los riñones, dos órganos vitales a cargo de funciones de limpieza y equilibrio químico que procesan los desechos de la sangre. Éstos se localizan en la parte baja y posterior de las costillas, regulan, además, la presión arterial a través de la eliminación de líquidos en exceso y sodio, producen eritropoyetina –hormona para la creación de sangre- y regulan la producción de vitamina D.
Detalló que quienes están en peligro de desarrollar daño renal crónico son, además de las personas mayores de 60 años de edad, aquellas que padecen diabetes mellitus e hipertensión arterial. Por ello, en las Unidades de Medicina Familiar (UMF) del Seguro Social se realizan exámenes de laboratorio periódicos a quienes presentan estos padecimientos, a fin de descartar problemas de riñón y en su caso, controlar la progresión del padecimiento.
A la población diabética, expuso, los especialistas del IMSS les prescriben el control estricto de glucosa a través de tratamiento farmacológico y evitar la obesidad, ya que ésta es indicativa de una dieta inadecuada que incide en la gravedad de la enfermedad renal.
El Nefrólogo del IMSS alertó que la enfermedad renal es silenciosa, ya que no presenta signos ni síntomas externos hasta etapas avanzadas.
Puntualizó que es un padecimiento que no se manifiesta hasta que se encuentra avanzado, cuando aparecen síntomas como cansancio, malestar general, frío, piel reseca, calambres, náuseas, vómito y coloración amarillo biliosa.