BALCONEANDO
¡SINVERGÜENZAS!
Por Alejandro Barañano
Para muchos es sabido que existe un grupo de embaucadores que se hacen llamar líderes de colonia, los cuales son responsables de las invasiones en predios asentados en zonas de “Alto Riesgo” y que con el paso de la tormenta tropical “Lidia” el año pasado, literalmente fueron devastados por los escurrimientos del cauce del arroyo Salto Seco.
Estos embaucadores a los que me refiero siempre han operado bajo el amparo del poder de un par de sinvergüenzas, los hermanos Narciso y José Antonio Agúndez Montaño, ello desde que el primero de estos fue alcalde y después gobernador, y el segundo también jugó disque a ser edil de Los Cabos.
Pero resulta que desde que los dos ascendieron al poder gubernamental, en cada proceso electoral los taimados líderes de colonias han fungido como cabezas del grupo de choque, y a la vez operan electoralmente garantizando así los votos de los invasores en favor de los candidatos postulados por el denominado Grupo Los Cabos.
Por eso, si alguien debería ser acusado por todo lo que pasó aquella triste noche del 31 de agosto del 2017 en Cabo San Lucas, entonces no se debe perder de vista que justamente fue en las administraciones que encabezaron los hermanos Narciso y José Antonio Agúndez Montaño cuando se dieron el mayor número de invasiones en terrenos de “Alto Riesgo”, incluido el caso de La Ballena en San José Viejo, la cual es considerada como la más grande en la historia de todo México, fue lo que determinó la detención y encarcelamiento de César Uzcanga Amador, conocido en el bajo mundo con el mote de “El Carnal”, y que curiosamente resultó ser compadre de Narciso Agúndez y a la vez socio de muchas de sus rapacidades, las cuales quedaron impunes en favor de la persona oriunda del poblado de Santa Anita.
Como ejemplo de lo dicho hasta ahora, podríamos narrar lo acontecido en el proceso electoral del año 2015, cuando José Catarino Flores Castro fue postulado como candidato a diputado local por el distrito VIII por el Partido Humanista, esto claro, bajo el auspicio y protección de su gran protector Narciso Agúndez Montaño.
De hecho, tanto en notas periodísticas como en fotografías de aquel momento, quedó perfectamente documentado cómo y de qué manera las instalaciones de la llamada Asociación Civil “Lucha Social Democrática” -creada por el propio José Catarino Flores Castro- sirvieron de centro de operaciones y refugio para vándalos y bribones que el Grupo Los Cabos reclutó para violentar la elección de ese año.
Y tan son ciertas las charlatanerías y las estafas de esa comparsa enquistada en el poder, que por eso desde el 11 de abril pasado José Catarino Flores Castro fue ingresado tras las rejas del CERESO bajo proceso penal acusado de despojo y otros delitos que se le fueron acumulando a lo largo de su carrera delictiva como invasor de predios.
Pero ahora, nuevamente los hermanos Narciso y José Antonio Agúndez Montaño buscan a toda costa conservar su impunidad y recuperar el cacicazgo de Los Cabos que alguna vez ejercieron, y para ello utilizan al iluso de Oscar Leggs Castro ofreciéndole ponerlo al frente de la Delegación Municipal de Cabo San Lucas a cambio de que les permita seguir apoderándose de lo que no es de ellos, o sea, invadir más predios ajenos.
Así, gracias a los voraces embaucadores líderes de invasores, y caricaturas ramplonas de esos disque políticos de izquierda, los hermanos Agúndez Montaño quieren volver a incubar, crecer y explotar económicamente el rentable negocio que por dos décadas han ostentado bajo el poder político en la zona de Los Cabos.
La pregunta obligada es: ¿Habrá quien pueda poner en orden a los sinvergüenzas de Narciso y José Antonio Agúndez Montaño, ello junto con el charlatán de Oscar Leggs Castro, ello por el asunto ese de las invasiones? La verdad que no lo sé, pero mientras algo sucede al respecto quien esto escribe mejor seguirá BALCONEANDO. . .