BALCONEANDO
“AMIGO ENTRAÑABLE”
Por Alejandro Barañano
Resulta que los defensores a ultranza de la minera “Los Cardones” vienen con todo a dar la pelea, tal es el caso del tal José Carlos Díaz Cuervo, un político que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto ocupó varios puesto en distintas dependencias.
Para dejar en claro esto, podemos sustentar por ejemplo que del 6 de abril de 2013 al 15 de noviembre de 2015 el ahora “amigo entrañable” de David de La Paz Ascencio –director de TV Azteca Baja California Sur- fue nombrado titular de Desarrollo Regional de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano; que del 16 de noviembre de 2015 al 7 de marzo de 2016 ocupó el cargo de responsable de Vinculación con Organizaciones de la Sociedad Civil de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y que durante el año pasado fue el coordinador de delegaciones de la Secretaría de Desarrollo Social.
Pero curiosamente justo en la administración peñista y luego de dos rechazos consecutivos, fue cuando la minera “Los Cardones” logró conseguir la autorización con medio centenar de condicionantes por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, misma que es manejada a su antojo por el Partido Verde Ecologista de México al que pertenece Ninfa Salinas, o sea la hija del dueño de la televisora TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego.
Esto viene a colación porque tres organizaciones ambientalistas de la entidad, -Niparajá, SOS y Pro Natura- negaron en cartas dirigidas a la sociedad sudcaliforniana haber tenido canales de diálogo, contacto o comunicación alguna con la empresa minera “Los Cardones” propiedad del grupo Salinas, como lo aseguró el “amigo entrañable” de David de La Paz Ascencio y disque director de Relaciones Públicas de esa empresa, José Carlos Díaz Cuervo.
La primera de las cartas, suscrita por la organización SOS, establece que la empresa del grupo Salinas dio una información falsa, ya que la organización ambientalista no ha tenido ni piensa sostener canales de diálogo con el funcionario de la empresa minera, ya que como movimiento ciudadano no tiene el interés de dialogar con los promovientes del proyecto denominado “Los Cardones”.
En este documento, dejaron en claro que a nombre de los miles de integrantes de este movimiento ciudadano, reiteran su rechazo categórico a la actividad minera tóxica, misma que hoy ellos –los de TV Azteca, empresa con señal de valor- denominan minera responsable y que pretende instalarse en la Sierra de la Laguna, atentando con ello en contra el agua, la salud y bienestar colectivo de los sudcalifornianos.
De la misma manera, la Asociación Civil Pro Natura en otra misiva pública firmada por el coordinador regional en Baja California Sur, Sergio González Carrillo, negó que haya existido alguna intensión de diálogo con la empresa minera tal y como lo señaló el funcionario de esa empresa y “amigo entrañable” de David de La Paz Ascencio, al tiempo que reiteró que se opone a los proyectos de minería tóxica y a cielo abierto por considerar que son depredadores del medio ambiente.
Finalmente el tercer comunicado y que fue signado por la Organización No Gubernamental “NIPARJÁ”, marcó claramente que la información proporcionada por el funcionario de la minera en periódicos y en entrevistas de radio es falsa, ya que ninguno de los miembros de esta agrupación ha sostenido un diálogo o negociación con representantes de las empresas que impulsan el proyecto minero “Los Cardones”.
Realmente lo que busca José Carlos Díaz Cuervo –el “amigo entrañable” del michoacano David de La Paz Ascencio- no es otra cosa más que confundir a la sociedad al repetir cual merolico que el concepto de minería sustentable o minería responsable como se promueve actualmente en varios medios de comunicación –entre ellos TV Azteca, por supuesto- representa una verdadera contradicción del concepto en sí mismo, pues no existe forma de sanear la extracción de recursos naturales no renovables, ni de revertir la destrucción de la integridad de los paisajes y ecosistemas.
¿Pero dónde está el meollo de todo esto? ¿Qué se lleva y que nos deja en realidad el proyecto de minería de extracción de metales preciosos a cielo abierto que lleva por nombre “Los Cardones”?
Pues bien, el presidente del Colegio de Posgraduados en Derecho y Ciencias Afines en Baja California Sur, Arturo Rubio Ruiz, en un comentario realizado y el cual retomo íntegramente, dijo: “No hablemos de contaminación de suelos y mantos acuíferos, devastación, afectación a la flora y fauna. Eso lo vemos por separado. Solo hablemos de pesos y centavos”.
Y prosiguió diciendo el jurisconsulto, que a partir de lo declarado por su vocero, la empresa “Los Cardones” pretende obtener un estimado conservador de 21 mil 762 millones de pesos, y a cambio, dice José Carlos Díaz Cuervo –el “amigo entrañable” del director de TV Azteca en la entidad- que pagará casi 20 millones de pesos.
De ahí otra interrogante queda en la mente de muchos. ¿Es proporcional y retributiva entonces la relación ganancia-carga impositiva municipal? ¡Pues claro que no! Pero ojo, mucho ojo, pues esto está tomando fuerza justo cuando al frente de lo que será el próximo Ayuntamiento de La Paz sentará sus reales quien es dueño de una empresa minera –aunque lo quiera negar- mismo que antes de lanzarse al ruedo con ímpetu novillero estaba frente a pantalla chica en un programa de TV Azteca Baja California Sur. ¿Coincidencias?
Señoras y señores, los conquistadores españoles por lo menos daban espejitos y cuentas de vidrio, pero no tenían un problema que ahora tienen quienes ejercen el poder: Redes sociales, y por ello debemos recordarles a nuestras “inmaculadas autoridades” que este tipo de saqueos fueron los detonantes de muchas luchas, y que la voluntad soberana del pueblo sudcaliforniano mandata la proscripción de toda operación minera como la que se plantea en favor de “Los
Cardones”.
¿Qué están esperando quienes gobiernan para acatar el mandato ciudadano? ¿Hasta dónde están dispuestos a sostener este proyecto rapaz, abusivo, contaminador y lesivo? La verdad que no lo sé, por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .