BALCONEANDO
SOBERBÍA Y ARROGANCIA
Por Alejandro Barañano
Está visto que la soberbia es un efecto que encuadra la valoración de uno mismo por encima de los demás, y que es un sentimiento de superioridad que conlleva a presumir las cualidades o las ideas propias menospreciando las ajenas.
También, es el deseo de ser preferido por los demás basándose en la satisfacción de la propia vanidad, naciendo con ello la altanería, altivez, arrogancia e incluso la vanidad, y desmoronando por ende la humildad, sencillez y la modestia.
Esto viene a colación porque la decisión asumida por el Tribunal Estatal Electoral de invalidar la planilla edilicia a la presidencia municipal de La Paz, integrada esta por miembros del Movimiento de Regeneración Nacional y del Partido Encuentro Social, será una factura muy cara que tendrá que pagar el próximo primero de julio Rubén Gregorio Muñoz Álvarez, pues sus desplantes y total carencia de humildad lo han llevado a ser repudiado no solo por propios sino incluso hasta por extraños.
Un ejemplo de lo anotado, es culpar y desmeritar a los medios de comunicación por haber informado la decisión asumida por el Tribunal Estatal Electoral, pues con su modo tan peculiar que posee como persona, Rubén Gregorio Muñoz Álvarez enlodó la ardua labor informativa de los medios de comunicación, y así –fiel a su modo- buscó justificar la suspensión aplicada de 72 horas a su candidatura, esto hasta que no se resuelva conforme a la ley las irregularidades en las que incurrieron los de MORENA por mera petulancia.
Ante esto, queda claro que el engreimiento y jactancia hizo presa fácil a Rubén Gregorio Muñoz Álvarez al atribuir a los medios los sucios asuntos internos del partido, cuando nadie más que ellos –y me refiero al abanderado y sus correligionarios- tienen la culpa de que se haya hecho un galimatías en el proceso interno del partido que lo postuló, buscando ahora aparecer como la victima ante los yerros –uno tras otro- que ha venido cometiendo.
Definitivamente algo debería de tener en claro el todavía candidato de MORENA y del PES a alcaldía de La Paz, y que no es otra cosa que a la sociedad ya no se le engaña tan fácilmente, sobre todo cuando el ciudadano de a pie, ese que no se desplaza en un lujoso auto de reciente modelo, quien no vive en suntuosas mansiones, el que no presume su alta alcurnia o su pedigrí ni su fantoche modo de vivir, sabe cuándo se le miente buscando sorprender irresponsablemente –como acostumbra el ex priista ahora encubierto de ente moreno- señalando culpables donde no los hay, lo que es una forma burda de justificarse y que no lo va a llegar a ningún lado; y sino démosle tiempo al tiempo.
Estas 72 horas de “castigo” que le aplicó el Tribunal Estatal Electoral al proscrito abanderado del Movimiento de Regeneración Nacional a la alcaldía de La Paz, serán muy dolorosas porque lo mantendrán al margen de las cámaras y de los micrófonos que tanto saborea tener a su lado.
Serán definitivamente las 72 horas más angustiantes para uno de los varios que buscan ser alcalde de la ciudad capital, pues impactarán directamente en su campaña, y le guste o no, todo por la soberbia, arrogancia y excesiva egolatría que le está haciendo pagar un precio muy alto, ello y a pesar de que para muchos hasta hace unos días atrás era el aspirante más aventajado y competitivo en la contienda electoral que estamos viviendo.
Pero ayer, por si le faltaba algo más, recibió una lección de sencillez por parte de Alberto Rentería Santana, pues de quien menos se esperaba salió en su defensa para acabar con todo tipo de especulaciones, pues el mismísimo dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional en Baja California Sur negó categóricamente que tenga la intención de ser nombrado candidato sustituto como muchos proponían.
Y digo que con singular sencillez, porque Rentería Santana brincó a la palestra y aseguró que por su convicción democrática y lealtad al Proyecto Alternativo de Nación que representa Andrés Manuel López Obrador, con firmeza –puntualizó- que Rubén Gregorio Muñoz Álvarez es y seguirá siendo el candidato a la Presidente Municipal de La Paz, y aclaró además que no existe posibilidad alguna de que quien es líder de MORENA participe nuevamente en un proceso que ya fue concluido democráticamente.
Tal vez ahora resulte ahora un poco más entendible porqué al inicio de este espacio se señalaba que la soberbia es un sentimiento de valoración de uno mismo por encima de los demás, y que es en pocas palabras es un complejo de superioridad que conlleva a presumir las cualidades o las ideas propias menospreciando las ajenas.
Ojala que este amargo escarmiento lo aprenda al pie de la letra Rubén Gregorio Muñoz Álvarez, para que su vanidad, egolatría, altanería, altivez, arrogancia e incluso la vanidad, sea cambiada por humildad, sencillez y modestia, cosa que mucho ocupa; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .