BALCONEANDO
MITOTES DE CAMPAÑA
Por Alejandro Barañano
En lo que va de contienda electoral por la presidencia municipal de Los Cabos, Arturo de la Rosa Escalante, abanderado del Partido Acción Nacional, y Ernesto Ibarra Montoya, del Partido del Trabajo, se han dado con todo, tan es así que hasta incluso se han lanzado de manera pública.
Por un lado, el panista ahora ungido a la sazón de petista le sugirió al alcalde con licencia que busca la reelección a toda costa, hacerse un examen toxicológico o antidoping como también se le conoce, y por su parte el perredista ahora investido de panista le respondió, que mejor sea este quien se haga un examen psiquiátrico.
Todo este asunto lleva mucha jiribilla, pues Ernesto Ibarra Montoya asegura que su homólogo reeleccionista en realidad no pasaría un examen antidoping, tal y como lo está proponiendo, puesto que en el proceso electoral pasado el ahora alcalde con licencia que busca la reelección a toda costa, no pasó la prueba y simple y llanamente justificó que fue derivado porque estaba tomando medicamentos para la gripa.
La respuesta del más pequeño de la dinastía de los de la Rosa Escalante por el reto aventado fue que el sinaloense de Ibarra Montoya estaba en todo su derecho de hacer y decir lo que a su poco criterio le convenga, y ante algunos medios de comunicación dejó asentado que sí se realizaría el famoso antidoping, pero que primero se haga un examen psiquiátrico el “doitor” y que entonces con gusto vería eso de orinar en un frasquito.
Como el asunto no pasó a mayores, entonces quien “patrocina” a Ernesto Ibarra Montoya, y que no es otro más que el ex gobernador Narciso Agúndez Montaño, le hizo segundas al pupilo y acusó furibundamente que Arturo de la Rosa Escalante de ser un simple taxista soberbio y corrupto.
Además, el inquisidor nacido por los rumbos de Santa Anita, soltó de su ronco pecho que el azulado ex perredista se habría comprado cinco casas alrededor de donde vive, esto con el fin de que con la suma de los predios pudiera construirse una mansión de pocas tuercas.
Textualmente, quien por casi un año vistió un uniforme de guardería en color amarillo, puntualizó y quedó inscrito en diversos medios digitales, que “el peor defecto de Arturo de la Rosa Escalante era la soberbia y la corrupción; ni modo, yo lo conozco, él es un simple taxista y hoy compró cinco casas alrededor de la mía para construirse una mansión; o sea, mis respetos para los taxistas y creo que se vive dignamente de ello, pero no realmente para tener lo que tiene de la Rosa, más bien creo que la corrupción es lo más grave y sino ahí está como prueba en el Congreso del Estado que tiene una deuda pendiente”, señaló Narciso Agúndez, a lo que a la fecha Arturo De la Rosa no ha dicho mi pio del asunto.
Además, el nativo por el rumbo de “Los Naranjos” no dudó ni un solo momento en recordar que Arturo de la Rosa Escalante habría sido demandado por los mismos panistas en tiempos de su gubernatura; sin embargo aseguró que “no pudo hacerse nada” ya que Alfredo de mismos apellidos que Arturo curiosamente “perdió todos los documentos necesarios” para que la acción penal fincada en su contra no procediera.
Y es cierto el razonamiento del ex gobernador Narciso, pues hubo una demanda que los propios diputados panistas de aquellas épocas hicieron en contra de la persona de Arturo de la Rosa Escalante, y donde “fantasmalmente” las diversas averiguaciones previas que obraban en su contra se esfumaron para que luego Marcos Covarrubias Villaseñor –tío y padrino político de “Pancho” Pelayo Covarrubias- lo solapara y hasta lo perdonara.
Por eso al inicio de este espacio señalamos que en lo que va de contienda electoral por la presidencia municipal de Los Cabos, Arturo de la Rosa Escalante abanderado del Partido Acción Nacional, y Ernesto Ibarra Montoya del Partido del Trabajo, se han dado hasta con la cubeta, tan es así que incluso hasta retos se han lanzado de manera pública, pero de ahí no han pasado los mitotes de campaña, por lo que quien esto escribe mejor seguirá BALCONEANDO. . .
COMO EN BÓTICA
Tal parece que está de moda entre los pretender llegar a la alcaldía de la ciudad de La Paz figurar cuales chambelanes de XV años, pues no ha faltado la imagen “chusca” donde salen con caras de jovenzuelos de la época de “Fiebre de Sábado por la Noche”, o peor aún, cuando incluso uno de ellos se le fotografió con mirada angelical sobre la dama que llevaba el ritmo de la cumbia que bailaban. . . Solo espero que no se le desfigure ese semblante tan jovial cuando salgan a relucir los pendientes que de acuerdos a expedientes penales que obran en poder de más de uno demuestran deudas, fraudes, secuestros y hasta delitos sexuales. . . El viernes pasado se festejó el “Día del Contador”, y aprovechando la fecha hubo un grupo que homenajeó a un aspirante a la alcaldía paceña por aquello de que puras mentiras cuentas. . . Como balde agua fría cayó en varios que la PROFEPA impusiera la clausura total en las actividades metalúrgicas en la Mina “La Testera”, la cual se ubica en el predio Demasías de Las Flores de la ciudad de La Paz, esto por incumplir con las obligaciones en materia de riesgo ambiental. . . ¡He dicho!