BALCONEANDO
LÍDERES PERVERSOS
Por Alejandro Barañano
Para muchos no es ninguna sorpresa que Maximino Iglesias Caro y Francisco Javier Osuna Frías, pretendan apoderarse a toda costa del liderazgo del Comité Estatal del Sindicado de Burócratas, y para esto es que están utilizando como simple pelele a Mauricio Higuera, para así beneficiarse de manera personal aunque claro, en detrimento de los trabajadores.
Para poder entender un poco este tema habría que remontarse a la época en que el aborrecido de Maximino Iglesias Caro fungió por dos periodos como delegado sindical de Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de La Paz, y ahí fue como comenzó a enquistarse en el control sindical al acomodar a sus amigos y parientes, unos basificándolos y a los otros inventándolos cargos en la directiva sindical pero sin tener responsabilidad en la misma, para detentar el cacicazgo sindical engañando a quienes decía representar.
El muy hábil ladino le ha sacado provecho a todo; desde querer engañar al Partido Acción Nacional para alcanzar la candidatura a la diputación por el Tercer Distrito hace poco más de tres años, o querer perpetuarse en la dirigencia estatal del Sindicato de Burócratas, e incluso operar tras bambalinas para que le dieran una regiduría en la recién finiquitada administración del XV Ayuntamiento de La Paz.
Pero no conforme con todo esto, y una vez que fue “premiado” con su puesto de edil, se dio el tiempo necesario para tejer finito al interior del Sindicato de Burócratas una amplia red para lograr adeptos y así lograr sus muy siniestros y oscuros intereses que posee “El Mesi”, apodo que utilizan para referirse a su persona sus cercanos esbirros y uno que otro llevado.
Tiempo después, y siguiendo con la historia, los representantes de todos los seccionales del Sindicato de Burócratas se comprometieron a poner fin de una vez por todas a las componendas y corruptelas de Maximino Iglesias Caro, sobre todo cuando se le detectó a un grupo de vivales cobrando sin merecer lo que recibían, por lo que al verse acorralado mejor optó por la estrategia de jubilarse pero sin renunciar a sus pretensiones de seguir manipulando e imponiendo dirigentes en el referido organismo sindical.
Y es por eso Mauricio Higuera está obedeciendo las instrucciones tanto de Maximino Iglesias Caro como de Francisco Javier Osuna Frías sin mayor disimulo, iniciando una campaña para posicionarse en el ánimo de la burocracia con ofertas – según él- muy revolucionarias y ofreciendo por ende espejitos encantados, pues asegura que luchará hasta desangrarse el alma en la lucha para que las plazas continúen siendo heredables, esto en un mero afán de creerse dirigente de facto por un rato.
Todo esto resulta absurdo, burdo e incongruente, incluso hasta es una falta de respeto al intelecto de los trabajadores, al prometer honestidad cuando en su propia planilla hay personajes a los que no se les puede extender una constancia de antecedentes no penales, lo que permite observar que en realidad son simplemente una caterva que buscar mantener secuestrada a la central sindical burócrata.
Y es que tanto Maximino Iglesias Caro como Francisco Javier Osuna Frías cargan sobre sus hombros la pesada lapida de ser traidores de la confianza los agremiados, esto al pactar con la parte patronal y renunciar a los aumentos de sueldo a los que trabajadores tienen derecho, y por eso el títere de Mauricio Higuera ahora vende la idea de que el incremento económico se estará aplicando cada año en forma automática, ocultando que antes se negociaba con retroactividad al primero de julio de cada año tal incremento sin ningún problema.
Por eso se comienzan a observar negros celajes en el horizonte del Sindicato de Burócratas, pues con este tipo de líderes perversos como lo son Maximino Iglesias Caro y Francisco Javier Osuna Frías, y ahora junto con su polichinela Mauricio Higuera, nada bueno les deparará a los trabajadores, y como este cuento va para largo, mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .