BURÓ POLÍTICO /BC: SAPOS, SAPITOS, Y SAPOTES
POR ARIEL VILCHIS
Los sapos, sapitos, y sapotes, con los que atacan la campaña de Arturo González Cruz, el candidato de MORENA para la presidencia municipal de Tijuana, no tienen otra explicación, más que la de intentar frenar su crecimiento electoral, disminuirle su amplia aceptación entre los tijuanenses y las tijuanenses, y opacar su trabajo proselitista efectivo que le está permitiendo obtener la confianza del voto popular.
Esa “otra campaña negra” vestida de sapo, tiene un trazado de intereses bastante obvios, intereses futuristas que por la información que tienen de diversos estudios demoscópicos en favor de ARTURO-MORENA, les preocupa su triunfo y el buen desempeño gubernamental que demuestre al frente del Ayuntamiento de Tijuana, una anticipación cargada de maledicencia, porque al estar esos intereses agazapados, ahora su desesperación los ha vuelto visibles, y entonces ya no podrán sorprender al estar fildeados en su jugada.
Esos sapo-ataques, al menos pretenden o pretendían un triple efecto negativo: Dividir y bajarle la moral al equipo operativo de campaña de Arturo González, enviar un mensaje de una posible rivalidad política sucesoria entre Jaime Bonilla y Arturo González, y poner al descubierto una supuesta imagen personal frívola y “fifí” de Arturo González, pero ninguno de esos tres efectos ha logrado, muy por el contrario.
En primer lugar, la campaña de Arturo González Cruz está diseñada entorno a los electores de Tijuana, pensando en sus demandas, necesidades, y deseos de realización colectiva, además de organizarse al nivel de la sección electoral, para lograr un activismo eficiente y eficaz, haciendo compromisos concretos con los colonos, vecinos, y comunidades urbanas.
Su equipo de operadores, trabajan intensamente los eventos de la agenda de su candidato, esa colaboración unida y precisa como reloj suizo, la ópera precisamente un operador discreto, experimentado, y profesional, como Marco Antonio Mercado Martínez, y no puede ser de otra forma, porque toda campaña electoral va del caos a la organización, y esa conversión al orden, solo la puede otorgar, un esquema de trabajo electoral que aporta un operador o un equipo de operadores, orden y organización que le permiten a todo candidato saber dónde está parado.
Las campañas en Tijuana de Jaime Bonilla y Arturo González, están coordinadas bajo un estricto orden de prioridades, sobre todo la de sacar adelante la gubernatura conjuntando esfuerzos con la campaña municipal y las campañas distritales, nada de sudar calenturas futuristas -como otros que traen síntomas de fiebre mala-, porque las campañas actuales de los candidatos y las candidatas de MORENA son del presente 2019, para ganarse la voluntad popular en las urnas el próximo dos de junio.
Arturo González Cruz, es un tijuanense bajacaliforniano nativo y con arraigo, gente de trabajo perteneciente a la cultura del esfuerzo, nada de lo que ha logrado en lo político o lo económico es mal habido, miente quién afirme otra cosa, quién lo conoce y quienes le van conociendo se quedan con la grata impresión de ser un hombre de palabra, honesto, muy familiar, buen amigo, y poco dado a la fantochería palaciega, por el contrario, es un empresario-político austero, empecinado en la máxima de que el trabajo todo lo vence, un líder social que se pone en los zapatos del otros o los otros, nada de sentirse Dios, ni un perdona vidas, ni mucho menos persona violenta para andar armado, porque nada teme porque nada debe, en síntesis a Tijuana le conviene que la gobierne un hombre de bien, ya es tiempo.
A Sir Winston Churchill, un día sí, y el otro también, le atacaban sus adversarios en los medios de la época, pero el como si nada, tenía ese carácter impasible – por cierto, con el que coincide Arturo González- que le permitía mantener la calma, así que un día un amigo le pregunto, no te incomodan esos furibundos ataques hacia tu persona Churchill, y elegantemente el político inglés le contesto: No en lo absoluto, es como desayunarme con un sapo en el café, he aprendido a digerir esos sapos, sapitos, y sapotes, cargados de intrigas y calumnias, y tan tan. Es mi opinión, al tiempo…
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