BURÓ POLÍTICO/ DEL INFORME Y OTRAS COSAS
POR ARIEL VILCHIS
De todo lo que se escribió, de manera directa o indirecta, al respecto del tercer informe de gobierno que rindió el presidente Andrés Manuel López Obrador al pueblo de México ayer por la mañana, me quedo con dos textos; uno publicado por The New York Times de la autoría de Diego Fonseca y el otro, un comunicado de la UNAM al respecto de una conferencia dictada en la máxima casa de estudios por Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral.
Diego Fonseca es un periodista con amplia experiencia en temas de Latinoamérica con especialidad en economía. En su publicación titulada “El México de AMLO no puede estar feliz, feliz, feliz”asegura que, al llegar a su primer informe, el gobierno de la 4t no está cambiando realmente al país.
Y es que hasta el momento el presidente -en lugar de asumir una postura como el estadista que necesita el país- reinterpreta a un caudillo del viejo régimen, lo cual no le permite aceptar la realidad, desechando los hechos que lo contradicen y frenando de ese modo la posibilidad de cambiarlos. Ahí están por ejemplo los datos de la inseguridad creciente, la falta de medicamentos en los hospitales y, sin embargo, él tiene otros datos.
El autor comenta que el gobierno de la 4t en nada ha cambiado en comparación con los gobiernos anteriores. Para darse cuenta de ello basta con mencionar dos aspectos: la militarización de la seguridad pública continúa tal como la iniciaron los gobiernos del PAN y del PRI; y de igual forma, aunque en los discursos mencione una separación del poder económico de lo político, continúa rodeándose de la élite económica y favoreciéndola con contratos sin licitación, incluso más que antes.
La dualidad del discurso es otra característica de la forma de gobernar del presidente; por un lado pregonando amor y felicidad, mientras que por el otro demerita y desprecia a la oposición, a la sociedad civil organizada, al mismo tiempo que acalla a los medios de comunicación fomentando claramente la división y la polarización del país, entre quienes son sus seguidores y los que llama fifís, conservadores, prensa hipócrita.
El segundo texto es más sencillo pero no por eso menos relevante, en el marco de una conferencia dictada por Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, en la facultad de Contaduría y Administración de la UNAM. En ella habló sobre “Los Retos de las Democracia” identificando el descontento de la ciudadanía con las formas tradicionales de hacer política de los partidos políticos, los cuales son incapaces de resolver los problemas de la sociedad moderna.
Menciona Lorenzo Córdova que es precisamente ese descontento el que están explotando los demagogos para minar las bases de la democracia.
En México, los graves problemas que se viven día a día en materia de seguridad, pobreza, corrupción e impunidad son caldo de cultivo para esos políticos y las formas de gobierno que vienen acompañándolos. Sin embargo, si estos gobiernos no son capaces de dar resultados, seguramente la sociedad terminarámás desencantada y volteará hacia alternativas que no precisamente sean las mejores o las más óptimas.
De tal manera, dice Córdova Vianello que la respuesta puede estar en la ciudadanía, empoderando más al ciudadano como verdaderos guardianes de la democracia. Antes de que la ciudadanía se aleje de la política dando paso a los ejércitos ciudadanos pagados con clientelismo.
Ojalá que al iniciar prácticamente el segundo año de gobierno el presidente, por el bien de México, corrija el rumbo. Aún quedan cinco años para sentar las bases de la transformación que tanto ha pregonado, de lo contrario, como comentan ambos autores, habría que recordar a López Obrador “que los movimientos hegemonistas han costado muy caro a América Latina”… “donde pueden germinar funciones autoritarias.” Es mi opinión, al tiempo…
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