BURÓ POLITICO/ DESEMPLEADOS POLÍTICOS
POR ARIEL VILCHIS
La democracia electoral es muy cara, esos costos todavía los podemos ver y medir aun en tiempos de la 4 Transformación. En cualquiera de las campañas electorales que actualmente están en marcha, se regalan utilitarios, se contratan espectaculares, se rentan templetes, sillas y equipos de sonido, se maneja prensa, y se movilizan cantidades importantes de seguidores. Dado que la mercancía por obtener es el “voto ciudadano” que en buena parte se comercializa, ya sea en forma de simple promesa de beneficios del gobierno para la gente, regalos por festivales, o mercadeo directo del sufragio, unos usos y costumbres que tardaran en erradicarse.
¿Pero qué tiene que ver lo anterior, con la desaparición de un montón de plazas de confianza de las que disponía el gobierno federal en cada entidad de la república?Aparentemente nada, pero si analizamos la cosa despacio, tienen que ver y mucho. Para cubrir el territorio nacional el Estado mexicano por medio de su gobierno nacional, lo hacía -lo hace- con un aparato administrativo y las bases militares. Aquel aparato administrativo era operado por cuadros con militancia en el partido que gobernaba -PRI, PAN, y ahora MORENA-, porque respondían a la confianza y al interés político dominante, tal como sucede actualmente solo que con un solo delegado representante del Gobierno de México.
¿Podrá un solo mando estar al pendiente de todas las oficinas federales? Algunos conocedores afirman que sí, otros que no, y los más están dudando de las bondades de la medida de austeridad la cual solo vino aumentar el desempleo político entre los morenistas. No es pecado, ni abuso, ni inapropiado, ni extraño, que alguien aspire al trabajo honesto en el servicio público, y esa sea su motivación para participar en política, tan válido como aquel que tiene un ideal como motivación y no le interesa trabajar en el servicio público, aunque habría que decirlo, la mayoría de los cuadros políticos aspiran a tener vigencia ocupando un cargo en la administración pública, cuando no son servidores de elección popular.
Si antes los gobiernos financiaban la actividad política de los políticos, cosa que ya se acabó en el nivel federal -con sus asegundes, porque algunos mañosos se darán maña, y en el nivel local, el asunto seguirá igual o peor-, al menos calculaban tendrían un empleo, pero ahora, ni esa prerrogativa por haber participado del lado correcto de la historia. Un cuadro político para crecer necesita la vigencia, aun los de MORENA, porque el rio de votos del 2018 creo no volverán a tener, por tanto, requerían un espacio para primero generarse un ingreso digno, luego operar territorios o grupos de interés, y para poder proyectarse hacia una posición de poder por la vía de representación popular.
Sucederá que los que ya están no querrán soltar el hueso, se prepararan para su reelección, algunos lo lograran otros harán un enorme ridículo. Incluso la correlación de autoridad e influencia política cambiara, ya que al retraerse la presencia político-operativa del Gobierno de México, los jefes locales adquirirán una mayor relevancia, al contar con bastos recursos -aun con todo el lloraderoque se cargan- y tener un ejército de mandos medios del que pueden disponer, sobre todos los alcaldes y el gobernador, así que los tiempos que están por venir, para muchos serán muy difíciles y para otros vacaciones pagadas con opción de otros tres años de esa buena medicina, ya veremos si hay un éxodo importante de cuadros morenistashacia otras formaciones partidistas para buscar los espacios que les han sido negados en los gobiernos de MORENA. Ya lo veremos, es mi opinión, al tiempo…
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