BURÓ POLÍTICO/ GUSANERA LEGISLATIVA
POR ARIEL VILCHIS
El Congreso del Estado esta convertido en una enorme gusanera legislativa, un canasto de donde no se podrá sacar un solo elemento que no esté podrido, una podredumbre producto en algunos casos de una ingenuidad aderezada con burra ignorancia y una ausencia total de oficio político, una pestilencia producida por otros por su absoluta predisposición a la corrupción, al abuso, al cinismo, y la defraudación, el caso es que unos por tontos, otros por inteligentes, y algunos por pasarse de “vivos”, pero ninguno se salva de haber caído en deshonestidad, esa falta que tanto condena el presidente López Obrador y que al parecer algunos correligionarios suyos sudcalifornianos practican a plena luz del día.
El estratégico control que tienen de las comisiones de “trabajo legislativo” como son las de “Vigilancia de la Auditoria Superior del Estado”, “Cuenta y Administración”, y “Asuntos Fiscales y Administrativos”, donde fungen ya fuere como presidentes o secretarios los diputados Ramiro Ruíz Flores, Carlos José Van Womer Ruíz, y Héctor Manuel Ortega Pillado, los hace parecer como una vil y ramplona delincuencia organizada de cuello blanco, ya que lo más seguro es que desde esas posiciones operativas para la rendición de cuentas y la administración de los dineros legislativos, ratifiquen un posible “Pacto de Impunidad” con cada alcalde y los propios legisladores, para saquear al menos unos 500 millones de pesos en los próximos 24 meses.
En el 2021 los nuevos integrantes del Congreso del Estado que resulten electos, y los nuevos ediles que la ciudadanía elija en cada municipio, tendrán que revisar y recibir sus respectivos cargos por medio de una auditoria forense que podrán solicitarle a la Auditoria Superior de la Federación -ASF- ya que tiene facultades para intervenir, y lo tendrán que hacer, porque si parafraseamos al ex gobernador Leonel Cota Montaño de que si en este país hubiera verdaderamente justicia el Contador Público Julios Cesar López Márquez ya estuviera destituido como titular de la Auditoria Superior del Estado -ASE- y probablemente hasta en la cárcel, ya que ha sido este tipo el operador del “Pacto de Impunidad” desde el sexenio de Narciso Agundez Montaño donde fue promovido por su compadre Luis Armando Díaz, para después pasar del perredismo al panismo sin ningún rubor ni cargo de conciencia, solo para ser ratificado en esa posición clave para la rendición de cuentas gubernamentales.
Al presidente Andrés Manuel López Obrador, si estuviera enterado al detalle de lo que sucede en el Congreso del Estado con las dos fracciones afines a su gobierno federal, una denominada “Fracción Mixta Juntos Haremos Historia” y la otra la oficial llamada Grupo Parlamentario de MORENA -cuya Coordinación acaba de asumir el Diputado Esteban Ojeda Ramírez-, muy seguramente se le caería la cara de vergüenza al ver la mediocridad y la cleptomanía que su fuerza electoral empodero en 2018, pues no se salva ninguno ni ninguna de estos calificativos dado lo observado en su primer años de trabajo legislativo donde unos salen tiznados y los demás bien quemados.
La auténtica historia que juntos han construido en nombre de ellos mismos, es una de traiciones, delaciones, hurtos, abusos, disimulos, estafas chafas, fanfarronerías de gánster de poca monta, cinismo político sin límites donde han mezclado hasta sus asuntos personales, y lo más grave que todos de alguna manera le han dado la espalda al pueblo a ese que dicen representar en cada uno de sus distritos, una historia de gusanos. Es mi opinión, al tiempo…
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