BURÓ POLÍTICO/ LA HISTORIA: CONDENA A REPETIRLA
POR ARIEL VILCHIS
En mis tiempos de estudiante en la Universidad Autónoma de Baja California Sur, allá por el año 2000 previo a las elecciones federales que se llevaron a cabo ese año, tuve la oportunidad de leer un libro recién publicado de la autoría de Ricardo Becerra, Pedro Salazar y José Woldenberg titulado “La Mecánica del Cambio Político en México.
En dicha publicación, los autores analizaron lo que para ellos fueron cambios significativos durante más de 20 años de lucha social y reformas encaminadas a lograr una transformación en el sistema político mexicano, principalmente por la vía de la participación política ciudadana y la de los partidos políticos, con el objetivo de terminar con el autoritarismo que representaba el partido-gobierno en el poder. Vaya pues, la derrota del PRI en el proceso electoral del año dos mil, lo que ocurriría meses después de la publicación del libro.
De tal manera que para comprender la realidad política es necesario entender los procesos por los que se llega a determinado suceso, y es en este punto en el que nuevamente aparece en escena el maestro José Woldenberg, ya que recientemente quien fuera presidente consejero del Instituto Federal Electoral en el periodo de transición, ha abordado en su columna política publicada en El Universal temas que están en la opinión pública de los cuales me parece relevante resaltar uno.
Este tiene que ver con lo concerniente a la reforma presentada por la bancada de MORENA en la cámara de diputados para reducir el financiamiento público de los partidos políticos. Woldenberg sostiene que al recibir los partidos políticos dinero público “Los recursos son transparentes, se conoce cuándo y cuánto se le entrega a cada partido y es relativamente sencillo seguir su curso. Además de que ha servido para equilibrar la cancha de juego”. Que por otro lado, al encontrarnos en un momento coyuntural, el recorte al financiamiento a los partidos políticos sería significativo y de gran impacto por estar éste ligado directamente a los resultados electorales, es decir al porcentaje de votación obtenido en el proceso electoral del 2018. Con un franco debilitamiento del PAN, PRI y PRD y donde el más beneficiado aun con los ajustes sería el partido MORENA.
Recientemente en entrevista, Alberto RenteríaSantana dirigente estatal del movimiento, me platicaba que MORENA había llegado muy lejos sin mucho financiamiento y que esa era la razón para pensar que los partidos políticos no debían recibir tanto dinero, sin embargo coincido con lo dicho por José Woldenberg:“No hay política sin dinero, y eso lo debería saber cualquiera”. La reducción del financiamiento público a los partidos políticos nos llevaría de regreso a la década de los 90´s, cuando éstos no tenían recursos suficientes para competir de manera equitativa. De regreso a los ejercicios de gobierno sin contrapesos. Ya veremos qué sucede, es mi opinión, al tiempo…
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