Al afirmar que la corresponsabilidad entre padres de familia y docentes es la clave en el escenario de la comunidad educativa, máxima expresión en la que se quiere confluyan todos los esfuerzos para lograr mejorar sustancialmente el éxito educativo, éxito social, y el ser y saber convivir como ciudadanos de nuestros hijos y alumnos, en días pasados se llevó a cabo la conferencia denominada “Corresponsabilidad en la Convivencia Escolar” ¿Control o autorregulación”.
El evento fue organizado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos -CEDH- en coordinación con la Comisión Nacional y la Secretaría de Educación Pública, misma que fue dictada por la Lic. Ángeles Hernández dirigida a personal docente de las escuela primarias de la ciudad de La Paz.
Este encuentro el titular de la CEDH, Silvestre de la Toba Camacho, destacó que es una herramienta clave para
lograr esta “corresponsabilidad”, ya que son las escuelas de formación de padres/madres y cuya finalidad es clara: la puesta en común entre iguales de experiencias recíprocas, de conocimientos que tengan relación con la educación de sus hijos y la voluntad de aprender a participar. En definitiva, trasmitir conocimientos y valores para educar con eficacia entre todos y todas.
Por otra parte el Ombudsman sudcaliforniano afirmó que no basta con organizar jornadas de formación dirigidas sólo a las familias, sino también organizar talleres, actividades, platicas y conferencias conjuntas con sus hijos.
El crear un buen ambiente escolar, el estar implicados padres/madres, docentes y comunidad educativa, hace que todo sea mucho más fácil y se busquen alternativas para que todas las familias estén bien atendidas.
Con esta conferencia, la Comisión Estatal de Derechos humanos ha puesto en el centro de las políticas públicas a los niños y las niñas para garantizar el pleno desarrollo de sus derechos como habitantes de la era del conocimiento y de los avances tecnológicos, mismo que se refleja en diversos cambios en los esquemas de valores de la sociedad, que en muchos casos convierte a las escuelas en espacios vulnerables a la inseguridad física y psicológica de los niños y las niñas y a los demás integrantes de la comunidad escolar.
Destacó la importancia de fomentar programas y acciones de apoyo escolar para modificar las actitudes, formar hábitos y valores en los alumnos a efecto de prevenir y/o contrarrestar los efectos de la violencia escolar, así como la inseguridad en las escuelas, a través de la corresponsabilidad en la convivencia escolar que busca que tanto padres de familia como maestros interactúen para contribuir a la seguridad de sus alumnos e hijos, que reconozcan sus obligaciones y se comprometan a respetarlos, y a su tener una participación activa en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes en todas las esferas de su vida, a nivel físico, cognitivo, psicológico y social.