De los dichos a los hechos
Por: Salvador Castro Iglesias
Correo electrónico: salcasis@yahoo.com.mx
Hablan, dicen, cuestionan y opinan, pero rara vez proponen, esos miles de escribidores de las redes sociales.
Que si la economía va para allá o para acá, que si el Presidente no deja de meter la pata, que si tal o cual Gobernador en los hechos se pasa la 4ta. Por salva sea la parte, que si despedirán a otros miles de burócratas para ahorrarse una lana (que hasta hoy nadie sabe en donde está). En fin amigos, muchos sapientes comentarios escritos en la redes sociales, algunos ciertos y muchos no tanto.
Pero curiosamente poco o rara vez leo comentarios positivos sobre las obras y el bien hacer de muchos Gobernantes, que independientemente de si son de allá o de acá, de MORENA o del PRI o del PAN, están haciendo su chamba calladamente, sin grandes aspavientos, informando en su oportunidad de ella.
Calles pavimentadas cuando antes no lo estaban, remozamiento de áreas públicas, parques y jardines, atención a la población en salud, educación y muchas cosas más.
Si el Gobernante es de otro Partido que no es el del opinante, entonces a darle que es mole de olla, todo lo que haga será cuestionado, si es de nuestras preferencias políticas será lo máximo el desarrollo de su trabajo.
Pero en los hechos, en el diario actuar, en el diario hacer, ¿Cómo vamos?, ¿acaso todo está mal?, o solo es así dependiendo de como me vaya a mí.
Pocas veces leo o escucho propuestas en común para resolver tal o cual caso, claro, criticar es mas productivo y seguro desde la comodidad de mi casa, frente a mi compu y acompañado de una buena taza de café ¿o no?.
¿Cuándo fue la última vez que sugerimos algo de beneficio para todos?, alguna búsqueda de solución para mejorar la convivencia entre vecinos?, yo al menos no recuerdo ninguna.
Todos los Gobernantes tienes aciertos y errores, pero si solo vemos los segundos no habrá ninguno que salga bien librado, nosotros mismos estamos llenos de ellos.
También debemos reconocer los aciertos, aquellos que nos dan mejores condiciones de vida, mayor seguridad para nosotros y nuestros hijos, las expectativas de crecimiento económico, la atracción de inversionistas, de turismo, de producción, todo ello con miras a elevar el ingreso de cada uno de nosotros.
Si bien es cierto tenemos muchas cosas de que quejarnos, no dudo en lo más mínimo que las políticas del actual Presidente de México van a la deriva, no ha podido conformar un Gobierno confiable y obvio eso es de criticarse, así como la elección de personajes oscuros que se han ido enquistando en el nuevo Gobierno y que definitivamente son muy cuestionables, pero también algo bueno tendrá este Presidente. Creo que en el fondo sabe bien que deberá Gobernar para todos y buscar nuevas oportunidades para el desarrollo de nuestro País, no hacerlo no solo sería criticable, podría ser traición a la Patria al no demostrar con hechos claros y contundentes su amor por México.
A lo largo de mi vida me he mantenido lejos de cualquier Partido Político en cuanto a militancia, primero porque considero que un periodista no debe tener partido político aunque pueda tener afinidad con alguno de ellos, sana distancia para poder analizar y opinar sin las presiones que podría tener una cercanía.
Opinar y hacer, dos cosas que este México necesita con urgencia, la participación de todos se hace necesaria, ejemplo vemos con cierta frecuencia, Ciudadanos que se reúnen para limpiar las playas, los mares, las calles, haciendo la parte que les toca sin chistar.
En la medida en que hagamos la parte que nos corresponde como Ciudadanos podremos hacer los cambios necesarios para poder, entonces sí, juzgar y cuestionar la de nuestras Autoridades, nadie da lo que no tiene.
Eduquemos a nuestros hijos en valores, que sean personas honestas, que sepan el valor del trabajo diario y por supuesto en que sean críticos cuando las cosas no vayan bien, siempre con la mirada puesta en el futuro, en la herencia que dejaremos a los que vienen detrás nuestro. No podemos hablarles de valores si no los practicamos.
Si, critiquemos y juzguemos el actuar de nuestros Gobernantes, aplaudamos también su buen desempeño, pero no olvidemos que también cada uno de nosotros tiene un pasado, un presente y por supuesto un futuro que será juzgado a su vez por nuestros hijos.
Nos leemos más adelante …