¿Cambios?
Por: Salvador Castro Iglesias
Ya merito viene el cambio, si señor, el cambio de estafeta para dirigir los destinos de BCS y los 5 Municipios del mismo.
Mientras esto sucede vemos como los Ayuntamientos de La Paz, Comondú y Mulegé están al borde de la quiebra (si es que no llegaron ya), con 3 Alcaldes casi invisibles, desaparecidos y buscados por sus respectivas bases trabajadoras en virtud de que a la fecha andan en la vil chilla por no habérseles cubierto sus respectivos emolumentos (sueldo) y demás prestaciones a las que por Ley tienen derecho.
Reclamos muy justos porque hasta donde yo sé nadie trabaja de a gratis, o por amor al arte. Son reclamos de trabajadores que tienen familias, compromisos y merecen que se les pague. Así de sencillito amigos.
Los denominados líderes sociales tampoco parecen ofrecer alguna solución a este ya grave problema de sus agremiados. En los hechos solo discursos, pliegos petitorios pero nadie al parecer toma el toro por los cuernos.
Los flamantes Regidores de los Ayuntamiento calladitos, muy calladitos y todos bien bonitos, que caray.
El gran problema de los Ayuntamientos (no solo de BCS), se debe en primer lugar a la enorme nómina que se debe pagar cada quincena y que al menos hasta donde yo sé, el Ayuntamiento de La Paz cada trienio engorda más y más y más su nómina. Cada Alcalde que entra a su función va cargando con un montón de amigos, cuates, compromisos políticos y de campaña y tómala, a engordar la nómina.
Dicen los que si saben de estas cosas, que el Ayuntamiento de La Paz destina 95 o 98 centavos de cada peso que recibe en sus arcas para pagar la nómina, así que no pregunten porqué los servicios públicos Municipales andan para el arrastre. No hay lana para ello, casi todo se va en nómina.
El gran coco de estas nuevas administraciones entrantes será (como siempre) pagar nómina, casi cero para servicios a la Comunidad.
También otro de los grandes males de los Ayuntamientos en cuestión es que para adelgazar sus nóminas deberían de indemnizar a sus trabajadores y eso les costaría muchísimos millones de pesos (amén de las posibles demandas por despidos injustificados), así que ya se han de imaginar el tremendo broncón que heredarán desde los inicios de sus administraciones.
Cada trienio que concluye es la misma, huelgas, marchas, reclamos salariales y demás lindura y hasta el día de hoy no he visto que ningún Alcalde haya sido llamado a cuentas, es más, como si fuera un premio a sus pésimas administraciones a algunos de estos Alcaldes los premian con Diputaciones Federales para que sigan muy contentos cobrando del erario Público y allá que se jodan los sufridos trabajadores. No hay dinerito para pagarles ¿Cómo la leen?.
¿Qué hacer entonces para remediar este mal y añejo?. Una opción sería como comenté anteriormente pagarles y liquidar a todos aquellos que en verdad no cumplan con una función necesaria en los Ayuntamientos. Ello requerirá tomar decisiones que políticamente no serán bien vistas y ahí es en donde está el segundo problema. Nadie quiere tomar esa decisión porque sería su tumba política (y los que viven de la política por supuesto que no le entrarán a eso).
Otra alternativa sería incrementar la recaudación Municipal a través del cobro expedito y formal de los deudores. O bien, aumentar los impuestos Municipales que definitivamente tampoco será bien recibido por los Ciudadanos Paceños, Muleginos o Comundeños en este caso.
Y la última y más complicada sería llevar a cabo auditorías fiscales con despachos independientes que determinen la situación real de los Ayuntamientos y luego aplicar la Ley sin miramientos a quienes derrocharon o dilapidaron tales recursos en beneficio propio.
Ya la entrante Alcadesa Milena Quiroga se comprometió a llevar a cabo una auditoría a fondo para determinar la situación real del Ayuntamiento Paceño, esperamos muchos que a resultas de tal auditoría asuma la responsabilidad y presente acciones contundentes al respecto para poder así comenzar el rescate de la Administración Municipal.
Sindicatos y Gobiernos deberán hacer un real esfuerzo para ver como reestructurar sus contratos colectivos y rescatar las finanzas de los Ayuntamientos de manera ordenada y de común acuerdo. Los Ayuntamientos ya no pueden seguir teniendo nóminas engordadas que solo hacen que los trabajadores y los servicios públicos sufran por tanto abuso de quienes juraron hacer cumplir la ley y llevar beneficios a los habitantes de sus respectivas comunidades.
Tampoco deben olvidar que las tareas básicas y obligadas de los Ayuntamientos es la de llevar servicios públicos de calidad a su gente, agua potable, limpieza y recolección de basura y seguridad pública. No es la labor de los mismos hacer obras faraónicas o efímeras, tampoco lo es contratar personal en exceso que solo venga a quitarles a los verdaderos trabajadores su sustento por falta de pago.
Labor titánica será sacar adelante a los Ayuntamientos de estas nuevas Administraciones, responder a las demandas de servicios de calidad, de honestidad en sus cargos y sobre todo de eficiencia en el manejo de los recursos públicos asignados a ellos.
Nos leemos más adelante …