CLAROSCUROS
Días de cambios
Por: Salvador Castro Iglesias
Correo electrónico: salcasis@yahoo.com.mx
Hace unos días se desató una trifulca mediática entre el nuevo Alcalde de La Paz, Rubén Muñóz Alvarez, y los medios de comunicación, respecto a los convenios o contratos establecidos entre los Ayuntamientos pasados y dichos medios.
El problema en sí, no es si uno u otro tienen la razón, más bien creo que esto jamás debió darse frente a la opinión pública, dicen que hábitos hacen costumbres y que los tiempos han cambiado.
La nueva forma de ejercer la autoridad viene con otra perspectiva, las cosas se pretenden hacer dentro de toda transparencia y que a partir de ahora los convenidos o contratos desaparecen para dar cabida a otras formas de informar a la comunidad del quehacer de esta nueva Administración.
La Ley contempla que todo servidor público tiene la obligación de informar a la sociedad de lo que hace dentro de sus labores y lo tradicional es que esto sea a través de los medios de comunicación pues no existía antes otra forma de hacerlo.
Ahora con el nacimiento de las redes sociales, cualquier persona puede informar de lo que pasa minuto a minuto, pero el inconveniente es que no habría un contrapeso que pudiera cuestionar su actuar o la validez de lo que informa.
Yo considero que todo debe ser siempre dentro de lo legal, que el tener un contrato con las Autoridades Gobernantes es algo necesario, que el tenerlo no obliga a un medio de comunicación a decir solo aquello que esté bien, los Gobernantes requieren tener siempre un espejo en el que puedan verse, saber que no siempre estarán actuando correctamente y solo con la crítica constructiva de cara a la verdad e informando a la comunidad es como podrán corregirlo.
Tal vez muchos no estén de acuerdo con esto, pensarán quizá que los medios de comunicación no debieran existir, sin tomar en cuenta que una sociedad informada es aquella que puede tomar decisiones, y así evitar todo aquello que esconda la verdad.
Los que si deben desaparecer son quienes viendo tal vez una oportunidad de conseguir ingresos, se convierten de la noche a la mañana en supuestos periodistas y utilizan la amenaza o el chantaje para extorsionar a los Gobernantes o Funcionarios para lograr ese fin.
Ser periodista requiere seriedad, respetar en todo momento a las personas, ser analítico en sus comentarios y jamás torcer la verdad para obtener algún beneficio personal.
Podrán estar a favor o no de esto, pero lo que si estoy seguro es que como en cualquier profesión, los Periodistas serios siempre estarán presentes en nuestras vidas, para informar y dar cuenta diariamente del acontecer de nuestro Estado y nuestro País.
…Nos leemos más adelante