El prometer no empobrece
Por: Salvador Castro Iglesias
¿Cuántas veces a lo largo de nuestras vidas hemos escuchado promesas?, sobre todo cuando se avecinan tiempos electorales y aparecen de repente personajes que creíamos retirados de la política.
Que si la Alcadesa de La Paz nos promete que ahora si los Paceños tendremos agua en esta temporada de calor, que si el Presidente Andrés Manuel López Obrador nos informa que ya no habrá apagones de luz por parte de la CFE porque ya contamos con montones de generadores de energía eléctrica, que si el PRI en voz de su líder Estatal Fabrizio del Castillo Miranda nos informa que todas las voces del pueblo serán escuchadas, analizadas y estudiadas para promover a los mejores hombres y mujeres a cargos de elección popular, etc.
Promesas van y promesas vienen, mientras los sufridos Paceños y Sudcalifornianos con asombro vemos que muchas de esas promesas solo son un refrito de tantas y tantas que ya hemos escuchado anteriormente.
Hechos son amores reza el refrán, las palabras terminan en el aire cuando no van acompañadas de acciones concretas. Así de sencillo ¿o no?
No se ustedes pero todavía no comienzan oficialmente las campañas rumbo al 2024 y se van cubriendo de carteleras, lonas, bardas y demás con lemas de que ahora sí, Ebrard será el agente del cambio, que Adán es el favorito del Presidente y por eso será ungido como candidato oficial de su partido, que si la Sheinbaum es la mera mera porque ella si puede con el paquete de gobernarnos porque ella es Dra. Y eso es lo importante.
Caray amigos, tantas promesas en verdad aturden, tanto así que pareciera que vivimos en Jauja, que tenemos montones de dinero para llevar a cabo dichas promesas, cuando la realidad es que cada día nos estamos empobreciendo ante el derroche indiscriminado de recursos en causas nunca bien esclarecidas.
Que ahora sí con la nueva Ley de Movilidad los taxistas y autobuses urbanos tendrán un Fideicomiso para acceder a recursos y así renovar sus unidades y ser de primer mundo como suiza, cuando ya hace algún tiempo Esthela Ponce hizo lo mismo, poniendo de ejemplo la famosa ruta La Paz con camiones nuevos, con aire acondicionado y hasta con wifi y jamás supimos por qué no renovaron los transportistas sus unidades y los camiones siguieron viejos, desvencijados y aporreados.
México necesita con urgencia mas acciones y menos promesas, candidatos leales con su pueblo y no solo con sus grupos de poder, que no anden repartiendo tomates, chiles, sandías o que se yo, cuando el pueblo requiere en verdad creación de empleos, apoyos (condicionados y supervisados por supuesto) para llevar a buen fin pequeñas y medianas empresas que nos hagan pensar en ese primer mundo que tanto y tanto nos han prometido.
¿Para que servirá andar promoviendo foros, consultas ciudadanas, reuniones, etc. si en los hechos todo quedará en promesas, palabras huecas y pocas acciones? Que quedarán en el olvido una vez resultando electos.
Decía mi abuelo, menos palabras y más acción, así de sencillo.
Nos leemos más adelante…