Por: Francisco Javier Angeles Villarreal
El crimen organizado ha rebasado los límites que anteriormente existían en nuestra nación, en México; el poder que manejan las organizaciones criminales han desafiado al Estado de Derecho de cada ciudad y Estado de la República Mexicana.
La delincuencia va un paso al frente de la autoridad, por ello se requiere mayor capacitación y personas confiables para cada institución en aras de responder eficazmente a las necesidades de Seguridad Publica que la ciudadanía demanda y exige en silencio, o públicamente.
El hartazgo es evidente, desde luego para ciertas personas todo marcha correctamente y les agobia bastante cuando los ciudadanos cuestionan esos índices de violencia que acontecen diariamente, como una costumbre normal y cotidiana en agravio de personas que han sido privadas de su vida, o inocentes que son quienes han sido víctimas de daños colaterales por una guerra que parece no tener pies ni cabeza y quien la dirige ha mostrado tener bastantes agallas desafiando a las instituciones, atentados contra funcionarios, incendios a unidades policiacas, disparos de arma de fuego hacia la casa de funcionarios, homicidios, y un sinfín de modalidades delictivas en cualquier momento, cuando ellos decidan.
El ex presidente de la republica Felipe Calderón Hinojosa, cuando hizo frente al narcotráfico, desato una lucha en contra de las organizaciones criminales, desarticulando bastantes de ellas, enviando a prisión a personas relacionadas con delitos de esa índole, pero el problema no fue solucionado de fondo, se multiplicaron las organizaciones, aparecieron nuevos integrantes, y rápidamente pusieron en marcha nuevas organizaciones criminales para operar en cada Estado de la República Mexicana.
Hubo personas en contra de la decisión del ex presidente Felipe Calderón, argumentaban que el ejército no debía intervenir para esa misión, incluso decían que los elementos del ejército mexicano solamente estaban entrenados para “matar en una guerra”, todos esos argumentos parecían convencer a gran sector de la sociedad mexicana, claro que bastantes de ellos estaban desacuerdos y clamaban la presencia del ejército en las calles, para disminuir la inseguridad en las calles y ceder que el Ejercito Mexicano controlara la Seguridad del Estado.
Es evidente que los Policías Municipales y Estatales no tienen la preparación ni el acceso de armamento con el que deban combatir a las organizaciones criminales, algunos de ellos han perdido la confianza y se han relacionado con personas del crimen organizado, la figura de confianza y lealtad se encuentra desgastada. La justificación de que los Policías Municipales y Estatales mencionan que se encuentran capacitados, derivan por exámenes de confianza practicados, polígrafo (detector de mentiras), y un estudio psicológico, exámenes que no garantizan nada.
¿Si ellos están capacitados porque no han desarticulado ninguna célula delictiva mediante una investigación seria?, ¿Por qué continuamos con violencia en las calles, como homicidios violentos y robos?, ¿Por qué han intentado las organizaciones criminales privar de la vida a Policías Municipales, Estatales y funcionarios? ¿Qué es lo que está en juego?, ¿acaso no tenemos personas expertas para controlar los índices de violencia?
Parece que lo deseable es que el Ejército mexicano no participe en el combate al crimen organizado, en realidad es el único que tiene la capacidad para enfrentarse a la situación que vivimos en México y principalmente en Baja California Sur.
Cabe mencionar, que España ha sido uno de los países que ha felicitado la decisión del ex presidente Felipe Calderón, y no ha dudado en afirmar que es válido utilizar al Ejército, con respeto a los derechos humanos y a las leyes de cada Estado.
Es válido que el Ejercito Mexicano intervenga e implemente operativos, filtros en toda la ciudad para desarticular los índices delictivos. México no es el único país latinoamericano que emplea las Fuerzas Armadas para combatir a las organizaciones criminales. Colombia permite la colaboración de EE.UU para combatir a las organizaciones, existen bases norteamericanas en Colombia, también Brasil, el Ejército Brasileño realiza misiones de Seguridad ciudadana patrullando en gran parte de Rio de Janeiro.
El tema que actualmente vivimos en demasiado complejo, pero obligadamente debemos de tener paz y seguridad, es lo menos que merecen los ciudadanos de cualquier Estado del País, principalmente Baja California Sur, un Estado que está siendo rebasado por el crimen y violencia, pareciera que no hay fin a todo el problema de fondo.
Necesitamos que cese la violencia y que no continuemos en un clima de agresividad y violencia en las calles.
Quizá debamos voltear a Italia, en aquellos años donde la Mafia se apodero de los terrenos de Italia, como eran ellos, como solucionaban sus asuntos y como lograron poner orden a la violencia.
Por último, cuando un funcionario es atacado por el crimen organizado, se le debe brindar protección, no olvidarlo, o pretender ignorarlo, al contrario se debe de cuidar a los funcionarios comprometidos con su función, incluso algunos de ellos desempeñan funciones demasiadas sensibles, como perseguir a personas dedicadas en dar comisión a delitos violentos, a quienes los juzgan y procesan.
Hasta el momento, no hemos tenido un ataque hacia esos eslabones de la justicia, la pregunta es: ¿acaso van a detenerse los criminales en pretender atentar contra una persona que juzga y procesa a integrantes de una célula criminal?, ¿el sistema protege a sus elementos de seguridad o de justicia para evitar que corran riesgos?, surgen demasiadas dudas que en estos momentos es imposible zanjar el tema de fondo.
El Ejercito Mexicano debe retomar la Seguridad ciudadana y que ellos manejen toda la información en aras de hacer frente a toda la inseguridad que acontecemos. Este tema debe ser abordado con seriedad y sin ningún afán político o de protagonismo innecesario. No queremos estadísticas, números de detenciones, queremos orden y tranquilidad. ¿Tan difícil es?
CORDIALMENTE
FRANCISCO JAVIER ANGELES VILLARREAL
ABOGADO PENALISTA