Solo diez de los 21 diputados los que asistieron al acto donde también se entregaron las medallas Francisco King Rondero y Carlos Morgan Martínez
En un hecho por demás vergonzoso y fuera de toda legalidad, ayer la presidenta del periodo ordinario de sesiones, diputada Edith Aguilar Villavicencio tuvo que iniciar la sesión solemne con once diputados, no sin antes esperar más de treinta minutos por a las nueve que estaba programado el acto no había ningún legislador mientras que en el interior de la sala que se encontraba a medio llenar ya estaban familiares y amigos de los comunicólogos recién fallecidos Juan Raúl Zavala Magallanes y Adolfo Lucero Murillo z quienes se les rindió homenaje Mourtom y en la que se entregaron las medallas “Francisco King Rondero” y “Carlos Morgan Martínez” a Leoncio Aguilar Márquez y Humberto Peña Manzano, respectivamente, por 30 y 20 años de actividad periodística.
La ceremonia que rompió con todas las reglas que establece la Ley Reglamentaria del Poder Legislativo la presidenta del periodo declaro Quórum legal, cuando en realidad debió haberse suspendido porque faltaban solo dos diputados para ello, pero la irresponsabilidad y falta de seriedad de los “representantes populares” del pueblo que nunca se aparecieron en sus curules, dejando una mala imagen de su actitud, quizás como están a punto de terminar su periodo poco o nada les interesa asistir a las sesiones si finalmente el sueldo lo tienen seguro.
En este acto en que se rindió homenaje póstumo a los periodistas Juan Raúl Zavala Magallanes y Adolfo Lucero Murillo se entregó a sus familiares la Medalla al Mérito Periodístico como reconocimiento al aporte que con su labor diaria durante muchos años hicieron a favor de la sociedad sudcaliforniana, señaló en la tribuna la Presidenta de la Junta de Gobierno Y Coordinación Política, Diputada Adela González Moreno, quien afirmó que en momentos como estos es triste recordar a amigos que se van para siempre, como en el caso de dos grandes hombres que dedicaron todos los años de su vida, hasta el último aliento, a informar a la sociedad sudcaliforniana.
Ante el representante del Gobernador del Estado, Salvador Salgado, Director de Comunicación Social y del Presidente del Tribunal Superior de Justicia, magistrado Daniel Gallo, la legisladora dio una semblanza de los dos comunicadores, puntualizando que en el caso de Raúl Zavala él por decisión propia decidió quedarse en Baja California Sur, tras ejercer el oficio periodístico en diversos estados del país.
La Diputada González Moreno indicó que Zavala Magallanes llega al entonces Territorio Sur de la Baja California a inicios de la década de los 70, conformando en aquel tiempo una generación de reporteros que se integraban a empresas de comunicación que surgían a finales de la década de los años 60 y principios de los 70. “Don Raúl como lo conocíamos tuvo el privilegio de ser testigo presencial de las transformaciones sociales, económicas, políticas y culturales que ha vivido Baja California Sur en estos 40 años de vida constitucional propia”, señalo la diputada.
De Adolfo Lucero Murillo, enfatizó que es muy difícil hablar de un joven que hace 30 años tomó la cámara de video y no la dejó nunca más, sino hasta que la muerte lo alcanzó recientemente cumpliendo con su deber de informar a la sociedad. Señaló que tal vez el curriculum de Adolfo Lucero no sea muy extenso, “pues el siempre fue fiel a la casa que lo forjó, a la casa que fue una extensión de su vida, el Centro de Radio y Televisión Canal 10, institución a la que sirvió con pasión, lealtad y entrega durante muchos años.
La Diputada ofreció a los familiares de ambos comunicadores un testimonio de gratitud por su labor en los medios de comunicación y por el legado que dejan a nuestra sociedad, “y es por ello que el Congreso del Estado de Baja California Sur en forma unánime decidió otorgar estas dos preseas post mortem como una modesta forma de reconocer a dos hombres que sirvieron apasionadamente a Baja California Sur”.
A nombre de la familia del periodista Raúl Zavala, su hija Tania Zavala Mendoza dijo que su amigo, su confidente, su maestro y su padre era un hombre que creía en su profesión y la defendía “a capa y espada”. “Solamente porque creía en el periodismo era un puente entre el pueblo y el gobierno. Hablar o escribir de política era su mayor pasión, ya que todo para él era en Blanco y Negro y no había más”, sostuvo.
Enfatizó que los sueños de tener una sociedad mejor hicieron de Raúl Zavala “un procurador de pueblos errantes, en cuyas calles y avenidas fue dejando parte de su vida, de sus juventudes y audacias a favor de los que menos tienen y en contra de aquellos que hacen del poder y del dinero, el exceso que aniquila las democracias”.
Recordó a su padre como un hombre jovial, humilde, de gran corazón, que como padre de familia fue excepcional, “nos dio todo cuanto pudo. Mi papá no dejó riquezas económicas, solamente aquellas que alimentan el alma y el espíritu”, dijo Tania Zavala.
A nombre de la familia de Adolfo Lucero Murillo hablo su entrañable amigo de toda la vida, su amigo de batalla, Pedro Mazón Benítez, quien recordó los muchos años de vivencia que tuvo como reportero al lado de Adolfo. “Extrañaremos tu llegada muy temprano a la empresa para leer los diarios, opinar de política, conversar con los reporteros y juntos analizar la situación de nuestro estado…extrañaremos tu inseparable compañera, la cámara al hombro, siempre lista para captar las mejores imágenes a detalle, con los mejores angulos, así, como a ti te gustaba”.
En el acto, Tania Zavala Mendoza recibió a nombre de la familia la medalla que reconoce la labor periodística de Raúl Zavala, en tanto que Dinorah Torres hoy viuda de Lucero, recibió la presea a nombre de la familia Lucero Torres.