DIRECTO… Y AL GRANO
Por: Eliseo Zuloaga Canchola
ARENA LA PAZ
* Carlos Mendoza, contento
* Entrega obra digna y de calidad
* El beso a Gaby ante cámaras
Puntual a la cita, acompañado de su esposa Gabriela Velázquez, y de sus hijos Gaby y Carlitos, Carlos Mendoza Davis llegó a la Arena La Paz. La inauguración del inmueble sería la razón de observarse contento, con ánimo y sonriente: era parte del proyecto sexenal de rehabilitar el complejo deportivo que se llamará Villa Deportiva.
Un punto importante a favor del esfuerzo gubernamental. Y el juego inaugural del equipo de Cibacopa contra el Coast West All Star USA, sería el aderezo de la tarde noche de ayer martes, donde mil 500 personas pudieron constatar el confortable espacio en que se convertiría el entonces auditorio Jorge Campos.
El lugar estaba lleno: jóvenes, padres de familia con sus hijos, parejas, adultos y mujeres disfrutarían de un inmueble moderno, climatizado, butacas cómodas y resistentes.
José Ávila Geraldo, director del Instituto Sudcaliforniano del Deporte cumplió con la tarea. Hasta fue parte del show que brindó la mascota del equipo Cibacopa “El Yeti”, el cual amenizó la noche.
Entre las butacas también se observó a Isidro Jordán Moyrón acompañado de su esposa Alejandra Navarro, sus hijos y el reverendo Padre Juan Gómez Esqueda.
También hizo lo propio Jesús Sobarzo, vocero oficial, quien se hizo acompañar de su familia.
Edgar Ávila Aguilar, subsecretario de obras públicas, igual contento, el esfuerzo de varios meses de trabajo rendía frutos.
Y a la mitad del partido de básquetbol, las cámaras tomaban a varias parejas y el respetable público les pedía un beso ante las cámaras. Y Carlos Mendoza Davis beso a su esposa Gaby, y el aplauso generalizado no se hizo esperar.
Carlos Mendoza recibía así el respaldo de un pueblo que ha visto el esfuerzo gubernamental que ha hecho en beneficio de la sociedad.
Era un momento diferente para el gobernador de Baja California Sur, entregaba una obra que servirá por muchos años para que sea escenario de encuentros deportivos amateurs y profesionales.
No podía ocultar la satisfacción de darle a la capital del estado un digno espacio deportivo recreativo.
Carlos Mendoza Davis disfrutó del espectáculo ráfaga, permaneció en La Arena La Paz hasta que terminó el encuentro.
Y se marchó con la satisfacción del deber cumplido. Iba contento al lado de su familia, felicitaciones y abrazos recibió a su paso hasta abordar la camioneta en que viajaba.
Mientras, algunos jóvenes que salían de la Arena La Paz, compartían y coincidían en una sola opinión: “que chingon quedó todo, de seguro aquí vamos a jugar algún día…”