Lo dicho: es mejor el territorio que el escritorio.
V.C.C. en el Pacifico Norte. En donde duele se siente mejor: impulsa al político a trabajar con más dinámica.
Bertha Montaño también comparte desayuno con los de mantenimiento.
No me gusta analizar efectos sino causas.
Por: Alfredo González González
La parte extrema de la media península se encontraba hasta hace dos días Víctor Castro Cosió y no fue a hacer turismo sino a integrarse de los aconteceres por aquellos lugares tan lejanos.
Decía un viejo sabio cuando quería arreciar el paso, un hombre popular en las páginas de los medios informativos, don Valente González García: andando y orinando para no hacer surcos. Creemos que esto viene siendo un espaldarazo para Edith Aguilar Villavicencio, Edil mulegina, porque asísabe que no se siente sola y el gobernante aun no siendo la política mulegina militante de MORENA está actuando con civilidad y esto no es lisonja ni zalamería, es la verdad.
Esto, lo anterior, es indicativo de que la observación de los problemas y el sentimiento que se genera y las obligaciones que se deben cumplir no le gusta endosarlas al gobernador. Le gusta saber, comprender, que es lo que causa tristeza y desazón. Qué bueno.
Cuando decíamos en estas páginas que la actitud que lleva a cabo de vez en vez, no de cuando en cuando para que sus trabajadores sientan confianza, deja el escritorio calculando la hora del desayuno y entre taco y taco va conociendo los problemas que les aquejan. Durante la campaña y lo seguimos en su momento, no cuando había tomado protesta, obsequio un pie de casa a una señora que prácticamente vivía en la intemperie, claro está, no es la solución a todos los problemas pero si es el impulso de un sentimiento que le recuerda a muchas cosas de su infancia y de su juventud estudiantil que indirectamente nos tocó compartir amen de sus inquietudes de carácter social.
Y esta cuestión de que los trabajadores de mantenimiento compartan el taco no es una expresión de populismo sino que es la forma en que con toda confianza hablen de sus problemas, de los salarios que no alcanzan y otras cosas que van solucionándose, esto tampoco es una lisonja porque no lo sabemos de parte del sino de los trabajadores. Se ha dicho que el mal cunde, pero las cosas positivas también, y hace días decíamos que Bertha Montaño que si mal no recuerdo la conocimos siendo una escolar en la última comunidad rural que trabaje, con un maestro, Fidel Castillo Avilés, en la escuela Victor Hugo, también comparte el taco con los de mantenimiento, ha estirado la cobija y ahí se ven los resultados.
Hay algunos rostros sonrientes, por algo debe ser. De cualquier forma es una expresión humanista.
Con relación a la posición que guardamos en el despacho de ayer con referencia a él en detrimento de las personas cuando ya no detentan el poder, dejamos un claro que puede o no compartir esos criterios aunque los respete cuando son respetables los vocablos que se usan y cuando la idea central de la posición es de veras el ideal de cambiar las cosas y no a la ira de no haber obtenido esto o aquello. Sin embargo como suele suceder hay quienes piensan que por no compartir sus ideas somos sus enemigos.
Nuestra forma de ser y nuestra formación como todo aquel que se respete a sí mismo no puede andar pidiendo permiso para ver si anda haciendo una cosa o hace otra, porque mi información no me lo permite como no se le permite a aquellos que de veras buscan los mejores caminos, porque además la arista más filosa de la jurisprudencia y su filosofía es que no todo lo legal es justo ni todo lo justo es legal.
Pero ya que se encargó en el anonimato de recordarme a mi flor de mayo debo decirle a esa persona que yo tuve una madre biológica y cuatro de crianza, cinco en total y quienes actúan de esa forma tal vez sean aquellos que no tuvieron madre. Y como le expresamos que legislador en una ocasión, a nadie le gusta las amenazas, porque solamente las emplean aquellos que: los niños dicen lo que hacen, los viejos lo que hicimos y los pendejos los que van a hacer.