Frente a un asunto de interés general.
1.- Jamás se ofende a una dama.
2.- ¿Qué esperamos?
Por: Alfredo González González
Ni con el pétalo de una rosa debe ofenderse a una dama, dijo un poeta de la antigüedad creo que de la antigua Persia, seguramente pensando que provenía de una mujer. Quiero subrayar que la opinión de hoy no se debe a los insultos recibidos de la señora esposa de López Obrador sino que es un principio general, lo mismo hubiera sido si se tratara de la compañera de un albañil, de un pescador, un artesano o de cualquier humilde.
Hablamos de la mujer, pues hubo un individuo que aprovechándose a veces del anonimato de las redes o por un odio recrudecido lanzo un adjetivo bastante pesado para la señora de López Obrador, no lo repito porque no quiero manchar estas páginas y no quiero hacerle el caldo gordo a un pobre diablo. Y esto se debe a que no se ha sabido distinguir entre adversario y enemigo, el primero es respetable, tiene argumentos, el segundo es un barbaján que da rienda suelta a una pasión de odio y mezquindad.
Seres humanos calificados como lo peor y sido señalados como lo peor de la sociedad como criminales han tenido mayor delicadeza. El padrino, don Corleone solía decir a un familiar muy arisco y violento: no odies a tu enemigo, porque eso disminuye tu inteligencia. Pues el sujeto al que en referencia está por debajo del padrino. Un código de ética que se antoja paradójico pero que funcionaria era lo que decía el originario de Sicilia: Dios, familia y lealtad. Échesela a la punta de la uña y reflexione.
Por otro lado: ¿Qué esperamos? Tenemos un animal al frente, pequeñísimo, invisible, se esparce a mucha velocidad. Entonces: ¿Qué esperamos?
El problema es complejo porque cualquier contacto nos puede convertir en agente patógenos pero como dicen los rancheros por acá, andando y orinando para no hacer surcos. Por eso a la par las autoridades nacionales deben y lo vamos a repetir, organizar un foro nacional de salud. Un cambio de ideas donde no estén politiquerías sino exclusivamente el interés sobre el destino de los habitantes de México. Lo más granado que tengamos porque con estas situaciones se puede venir una reacción en cadena y diversas mutaciones.
No podemos estar sujetos a la ley del ensayo y el error cuando se trata de vidas humanas. Cuando Edison descubrió la bombilla eléctrica, un periodista le preguntó que si cuantas veces repitió el intento, el inventor le repuso: “más o menos unas 300 veces”. Quiere decir, le dijo el periodista que fueron 300 fracasos? Edison sonriendo le dijo: “no, fueron 300 experiencias”. En el ramo de este tipo de investigación pueden ser muchísimas más, pero, no se puede estar haciendo diversos movimientos sin una planificación, escúchenos señor presidente. Debe convocar a un foro de salud porque es hora que los ambientalistas le digan todo lo que va a contender y no se pone remedio al deshielo de los cascos polares, a la aparición de aves llenas de aceite o miles de toneladas de peces varados en las playas. Creo que tiene sentido, lo que le decimos.