Por: Alfredo González González
Empezaremos con el estribillo de Juan Pardo cantante español con la canción titulada: “Año Nuevo”, dice: Brindo por el ayer, por el hoy y por el mañana. De lo anterior surge la pregunta: ¿Dónde quedaron los días que antecedieron el festejo de la llegada de un hombre sublime y donde quedaron los brindis civilizados de la última noche del 2021? Cuanto desborde, las evocaciones del ayer y pendientes la del mañana. ¿Cuántos errores? ¿Cuántos quedaron en el camino? ¿Cuántos y cuantas hipócritas y fementidos?
¿a qué viene todo esto? Se preguntaran los lectores. A la sencilla razón de que esto se olvidan las sonrisas, el encuentro afable, y empiezan que si unos fueron esto, que si estos hacen esto otro y la reflexión surge por qué no unir las voluntades y poner orden sobre todo en la salud donde ya lo hemos dicho, un terrible enemigo y en el tablero marcada una palabrita que dice dialéctica a lo mejor de las coincidencias nacen las coincidencias y ya nacen los asuntos nos vamos con toda la bacinica.
Se hacen cuentas y aquí lo más grave es que es cierto, el laboratorio social de 1910 costo un millón de vidas de compatriotas de ambos lados y ahorita las estadísticas según lo dicen llevan un promedio de 600 mil vidas victimas quizá por descuido o imprevisión pero en mucho tiene que ver recursos para la adquisición de insumos, esa es una de las razones por las que están moralmente tristes nuestros médicos y hablo de todo el mundo. Es muy discutible que en el fragor de un enemigo diabólicamente democrático porque lo hace parejo le retiren el 67% del presupuesto federal a las entidades.
No se pueden sacudir tampoco el hecho que la estadística nos arroja más número de muertos pero también les merman el presupuesto. No quisiera lamentar que lenta pero paulatinamente están despertando el México bronco y esa será una sacadura para todos, no hace mucho hombres y mujeres en una sesión abierta a través de las redes que participaron en la lucha del 68 cultivados en la extrema izquierda dicen que no pensaron que esto era lo que quería y se refieren directamente al gobierno federal.
Subrayaron directamente y con mucho valor civil que el ejército debe retirar sus efectivos a los cuarteles porque están para defender la soberanía nacional y la divinidad y condición humana de los mexicanos. Pero parece ser que no se hace caso y son gentes de izquierda. Eso de las pensiones, etc., está muy bien pero que no protocolicen un mandato constitucional a título personal, uno de ellos agregó: “así empezó todo, cuando Victoriano Huerta asesinaba y robaba violaba e incendiaba, hasta que el primero que le paro los tacos fue Belisario Domínguez, senador por Chiapas.
Se debe hacer una profunda reflexión, no se puede ni se debe jugar con la vida de los mexicanos y si se quiere respetar el pacto de la unión, el sentido común de un hombre de estado aconseja que respete las singularidades de cada entidad. Nosotros somos tan mexicanos como el que más, pero vimos las luces en Baja California Sur como los michoacanos, sonorenses, nos liga una historia grande, heroica, no podemos regresar.