- El encuentro en Palacio Nacional.
- Más 40 años después.
- Epilogo y Génesis.
- Identidades comprobadas.
Alfredo González González.
En los momentos de escucharse el mensaje del gobernador del Estado Carlos Mendoza Davis, surgieron las sanas evocaciones. El primer encuentro fue en Palacio Nacional donde se desempeñaba como secretario privado de Humberto Miranda Fonseca quien era el secretario particular de Adolfo López Mateos. Tarde lluviosa de fines de agosto de 1961 o 1962. La petición de unos libros para preparar el examen de admisión en la escuela Normal Superior. Nos despedimos y escuché: Muy pronto nos veremos. Para 1965 Ángel Cesar se desempeñaba como Secretario General de Gobierno del Lic. Hugo Cervantes del Rio, posteriormente como Diputado Federal y retornó como segundo de a bordo. Para 1975 llegaba al sueño dorado de cordinar los esfuerzos de los sudcalifornianos. Después, el tiempo inexorable y Ángel Cesar Mendoza Aramburo marcó un epilogo triste en la historia Política de este pueblo. El hombre muere y nace la leyenda. Siempre fue, sencillamente Ángel Cesar, sencillo, humilde y humanista.
El jueves anterior, con un magnifico antecedente y con méritos propios se impulsa un génesis con Carlos Mendoza Davis. Me dio la impresión que durante su mensaje, rememoró muchas cosas, su perseverancia, la adquisición de su capacidad, el ejemplo de sus padres y la responsabilidad que tiene ante su pueblo.
Sus colaboradores seguramente actuaran con lealtad, honestidad, sentido de responsabilidad y sencillez, porque ellos son la suma de esfuerzos que requiere un gobernante que tenga la emoción de servir.
Alguien me preguntaba hace algunas horas de que si cual era mi opinión, le repuse que, sin demerito de nadie conocíamos a Isidro Jordán Moyrón, Adela González Moreno, Jesús Sobarzo, Córdova Urrutia, entre otros. Que habían actuado conforme a la norma establecida. En cuanto a las personas que son novedad no se deben emitir juicios anticipados, porque sobre la marcha podrán ir testimoniando la virtud que busca el bien.
Se concluye un ciclo Político y se inicia otro. Jamás he pecado de mal agradecido. Por ello, es conveniente expresar en estas líneas el agradecimiento a Marcos Covarrubias por sus deferencias. Criticado por unos y reconocido por los más, realizó el mejor de los esfuerzos. Gracias y buen viento y buena mar.
En la lejanía se van advirtiendo los recortados litorales, las brechas recorridas, los mensajes de aliento y las bromas durante la campaña relámpago de 3 semanas entre enero y febrero de 1975. Hoy los horizontes se abren para que un nuevo Mendoza, deje un testimonio de esfuerzos jalonado, de progreso, de paz social, y que así mismo, sea un ejemplo para los hijos de sus hijos. También atrás quedó aquel 1920 cuando Agustín Arriola Martínez fue electo por plebiscito siendo la chispa que detonó la sudcalifornidad en aras de un gobernante de los nuestros. Felicidades.