En La opinión de Alfredo• Una respuesta sobre la opinión del día de ayer. • Referente a la vida de Alberto Alvarado Aramburo .• También vamos a hablar de la letra T se transformación.
Alfredo González González.
A Raíz de un comentario hecho por quien escribe sobre la vida de Alberto Alvarado, a eso de las 10 de la mañana recibí una llamada por la hebra, donde me puso pinto un personaje, seguramente porque odiaba a Alvarado Aramburo.
Es básico en periodismo no dar entrada a este tipo de cuestionamientos porque el solo hecho de no dar su nombre es señal de un indeterminación mesiánica. Recomendable es no hacer caso de estas cosas, pero lo hago por quien no puede hacerlo porque es un águila caída. Al sujeto en cuestión, el señor X, esperó muchos años para referirse a un hombre cuya pasión era la política de servicio. Hurgué aquí, busqué allá, cambié impresiones más allá y me encontré que era una persona no exitosa y que no pasó de inflar globos en un meteorológico, con las alas flameadas.
Pero esto es nada más una referencia de como se defiende el artículo 6to y 7mo constitucional.
El hecho es que me amargó la mañana, sin embargo ojalá que esto sirva para que el anonimato no se utilice de escudo para el vómito de los imbéciles, un hombre caído no debe ser pisoteado de la forma en que lo hizo esta gentuza.
Queremos aprovechar el espacio para ubicar la T en el abecedario que nosotros conocemos. Parece no existir otra consonante en el alfabeto que la “T”.
En una ocasión el señor Cota Montaño expresó, que la lllT había sido impulsada por su grupo político. Con toda atención preguntamos: ¿Con la falta de respeto al resto de los partidos políticos? ¿Interceptando envíos de la Florida del comando militar que enviaba pangones con artículos médicos como sábanas, batas, instrumento de cirugía, laparoscopia, y hasta una o dos ambulancias para después vender ese material como si fuese adquirido por el gobierno del Estado y cobrar jugosas cantidades. O quemar bodegonas donde había material de reconstrucción o despensas, para continuar con los polígonos del cerro de la calavera de los cuales no di razones al congreso del Edo. y el lanzamiento de las oficinas del PRI en avenida Revolución casi con Reforma. Un hombre que habla de la democracia y no la justifica, no predica con el ejemplo.
La II T fue el plebiscito de 1920 de Agustín Arriola Martínez, a través del voto secreto libre y universal. La III T fue la transformación del territorio libre y soberano y la IV T que tanto divulga este señor, va a ser producto de la nueva generación, los jóvenes, la clase media para abajo.
Lo anterior es lo que elementalmente debería de entender el babosete que ofende a quien no puede defenderse y de paso darnos una caladita.
Busque señor X un pensamiento de Emiliano Zapata Salazar: “Si el pez quiere nadar, que nade, si el águila quiere volar, que vuele, y si la serpiente desea arrastrarse, que se arrastre. ¡Buen Provecho!