1.- La tarde/ noche del lunes anterior.
Por: Alfredo González González
La tarde noche del lunes anterior tuve que ser trasladado al hospital del ISSSTE a su área de urgencias y fue necesaria una serie de entrevistas con médicos.
Un problema de retención de líquidos había ocasionado esa situación. Más tarde ante mucha gente que esperaba atención de urgencia se encontraba un solo médico y se multiplicaba para poder hacerlo con capacidad. Fui llamado después de una hora de espera y nos preguntaba las causas por las que me encontraba aquí.
Comentamos el expediente y hace días por una retención de líquidos se había adueñado de mi cuerpo una especie de ataque carácter cardiológico y renal. Ante esta situación fue necesario realizar una serie de análisis y causo sorpresa que en menos de 25 minutos los análisis de sangre se habían realizado, la placa torácica, el electrocardiograma y la placa pulmonar.
Ante la ausencia de habitaciones disponibles y obviamente camas y demás, se las ingeniaban para colocar a la gente y por revisarse.
Esto nos demuestra que si el recurso humano que se encuentra al frente en diversas áreas del hospital general del ISSSTE tuviera más recursos, se podría atender con esa misma calidad y calidez como lo hicieron con un servidor.
Cuando decidieron los médicos después de analizar los estudios que podía pasar la noche en mi hogar me llene de alegría. Una de mis hijas me transporto y empezamos a mirar las luces de nuestra ciudad. Hermosa, encantadora como una dama pero había lugares donde se desarrollaban situaciones, quienes se encontraban en la comodidad de sus hogares, lo que parecía injusto porque era una paradoja.
Sin embargo en el mismo nivel de situaciones había gente que pasaba incomodidades pero que aun así mantenían su espíritu por la atención de salud y calidad que ofrecían los médicos y las enfermeras.
Esto no demerita en ningún momento la labor del médico del turno de las 8 de la noche, de una doctora, verdaderos profesionistas de la medicina, que haciendo honor y trabajando a veces con lo poco que tienen y lo mucho que les hace falta para realizar verdaderos actos en la medicina, resulta paradójico que, mientras esto sucede y que se podría hacer muchísimo más en lugar de que políticos sinvergüenzas mal paridos y que desentonan con el hambre de los pobres y llanto de los inocentes vieran hoy más que nunca el pueblo de México debe saber seleccionar a los mejores hombres, a los mejores ciudadanos que pueden llevar hacia adelante y hacia el progreso el alivio al dolor humano.
Ojala que las condiciones se logren en un mejor poder. Los políticos del mañana deben tener como emblema que deben ser dignos y con el espíritu en alto como el que tiene la luz firmeza y firme luz como el cristal de roca.
Que este comentario lleve un mensaje de respeto, de afecto a todo el sector médico, porque como dice la vieja sentencia: “no solo de pan vive el hombre, y porque tendremos que convulsionar a quienes manejan los recursos de este país”.