- Lo indicó en su mensaje: Acción interinstitucional.
- Rubén González Carballo: Valor Médico.
- La concepción en Loreto 70 de Félix A. Ortega Romero.
- Refilón.
Alfredo González González.
Habría de indicar en su mensaje Carlos Mendoza Davis de que la acción interinstitucional en todos los aspectos de un gobierno es saludable y productiva socialmente hablando. Fue en octubre precisamente del año anterior cuando manifestó en el Senado de la República: “No se trata de que las autoridades estatales y municipales se desentiendan del tema (delitos federales) en la lucha contra la delincuencia. Se trata de que los 3 niveles de gobierno de la mano con la sociedad sudcaliforniana hagan un frente común para enfrentar el fenómeno delictivo que es lamentable. Necesitamos la participación responsable de todos” (SIC) nuestra acotación, repetiremos lo que hemos dicho, todo problema de carácter social referente a conductas delictivas, corresponde a la sociedad en su conjunto a través de interacciones el resolverlas: Gobierno (3 instancias), Hogar, escuela, prensa, radio y TV, iglesia, etc. Algo o mucho pueden y deben aportar para la tranquilidad de los pueblos.
Carlos lo encauzó y hoy a un año empieza a tomar forma. La prevención es la vacuna y es más productiva socialmente. Tapar el hoyo antes de irnos de bruces por el pozo.
Por otro lado, uno de los valores de la medicina es el Doctor Manuel Rubén González Carballo, médico cirujano, Maestro en salud pública, Planeación Internacional de la Salud. Tal vez su modestia haya propiciado que no sean bien aprovechados. Fue una lucha por consolidar los cimientos en una operación integrada y una mayor coordinación entre las distintas instituciones de salud. Precisamente, uno de los perfiles de los que habla Carlos Mendoza. González Carballo es una persona servicial y sigue con el ánimo de curar a sus conciudadanos desde los servicios de salud del PRI, sin distingos de credos o colores de camisetas. Hay buena madera.
En otro orden de cosas, era el 11 de octubre de 1970 cuando el luchador social y a la sazón director del Eco de California, abría los trabajos de la asamblea manifestó: “Estamos aquí representantes de todo el Territorio de Baja California, pese a las dificultades afrontadas en el camino, en este acto donde la unidad sea desde hoy y para siempre. Simple y sencillamente para eso y engrandecer el vértice histórico de donde partió la cultura para la alta y la Baja California, simple y sencillamente para eso estamos aquí” (SIC). Horas antes Ildefonso Green Garayzar, nuestro entrañable Dunchi daría la bienvenida a los visitantes, así lo dijo: A todos nuestros hermanos adoptivos, que aquí vinieron (al territorio), aquí se quedaron, aquí se enamoraron, aquí se casaron, el abrazo fraternal en esta lucha que seguramente repercutirá en el Congreso Federal. (SIC).
Caía la tarde noche de ese mismo día y desde un barcito del hotel misiones de Loreto, observábamos la bahía de San Dionicio donde también un mes de octubre de 1697, desembarcó el primer sudcaliforniano espontaneo, el padre Juan María de Salvatierra y Vizconti.
Las primeras estrellas aparecieron en el firmamento y me diría Palento Perpuli Pagés: Hermano, aquí empieza la otra historia.