C.- uando se pretende reducir el espíritu atentando contra la condición y dignidad humana, adoptado actitudes ofensivas contra alguno de tus hijos o de tus hijas, se nos clava un aletear en el bajo vientre sobre todo, que el “pecado” de tu ser querido se ve vapuleado por lengua de una dama que parece un estilete o estoque toledano y, que denota poca respeto y el quebranto a la cordialidad y armonía que debe privar en una institución.
I.- gualmente cuando un varón que sigue el ejemplo negativo, hace ofensa no del trabajo sino de la persona y por lo que también deduzco que va con una y con otra y les calienta la cabeza. Ya está localizado. Esto en nada ayuda. Se trabaja por necesidad pero al parecer a la dama en cuestión se le olvida a aquel justo que la humildad y el martirio conquistaron la gloria.
M.- ás allá de una causa justificada por parte de la ofensora que rompe las normas del compañerismo así como la tranquilidad interna, destruyen la hermandad laboral, porque el trabajo se pueda llevar a cabo en un ambiente sin acciones negativas.
A.- sí haremos un comentario decente pero no ofensivo, puntual pero enérgico, cuando un ser querido se ve apabullado por una actitud inexplicable, conocí, Beatriz a tu señor padre y lo honré posteriormente así como a tus abuelos Don Gumersindo y Doña Licha a quien desde niño los amé porque los miraba como abuelos y buenos vecinos cuando vivíamos en la avenida Madero.
R.- atifiqué mi hermandad cuando bauticé al hijo de mi compadre José Antonio Robinson, que unió los eslabones de dos familias que se vieron con afecto y reciproco respeto.
R.- uego a esa fuerza universal que a cada quien le da lo que se merece te ilumine y que todos los problemas que se tengan en casa allá se queden cuando vamos al trabajo que nos dignifica.
O.- jalá lo entiendas, Beatriz, si he defendido a miles de personas en el periodismo, después de 55 años de ejercerlo, claro está que lo haré cuando la razón les asista. Hago un llamado respetuoso a la madurez, a la concordia y no te ensañes protagonizando escandalitos histéricos en las oficinas, porque el odio destruirá tu espíritu. Eres una dama y por ello te respeto, pero no abuses mostrando un rostro que hacen aflorar otras situaciones que en ninguno de mi familia es culpable de ello.
N.- o desgastes tu alma, nadie tiene por qué pagar el precio de lo que no es culpable. Le pido a Dios porque te vaya bien en la vida, que cuide a los tuyos y que tengas éxito en la vida. Pero creo que lo lograras, Beatriz, siguiendo las huellas del nazareno, que en su humildad encontró la grandeza de su alma y en su martirio conquistó la gloria. Con respeto, tocante al señor, que usa la ofensa por el físico de mi hija, no me preocupa, ya habrá alguien que lo aconseje para que cese en su actitud, también con respeto, pero con mayor energía, saludo a este sí, cobarde que no ha madurado lo suficiente y que su deporte preferido es andar calentando cabezas. Te saludo con respeto.
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