- Propuesta al Instituto de Cultura.
- El Tata de Jiquilpan frente a las miserias de las etnias.
- Salvador Salgado saldrá airoso.
- Carmelita: Todos te queremos. Dios es la fuerza.
Alfredo González González.
Estamos llamando la atención a quienes coordinan el caminar del Instituto de Cultura. Hace tiempo un hombre vive en el olvido, cuestión de circunstancias. Uno de los mejores prosistas es el señor Guillermo Arrambidez Arellano. Me tocó leer el contenido de una obra titulada “Un “Ruiseñor” donde Guillermo combina el buen escribir y determina diversos escenarios de la geografía sudpeninsular. Una serie de narrativas como “Lugarda”, “Baldomero y su Perro, “Se los tragó el desierto”, “El Último Guaycura”. Combina con fineza la conexión entre un perro y un pescador, la muerte de 2 hombres en las dunas de San Ignacio por falta de un dispositivo que no pasa de costar diez miserables pesos, o bien la determinación simbólica de un Guaycura que habita la Sierra de la Laguna, el valor de la mujer ranchera sudcaliforniana. El motivo de esta apreciación es que pudiera convocar el instituto de Cultura a un análisis, a los comentarios de los mensajes que va dejando Arrambidez Arellano y de paso impulsar el hábito por la buena lectura, no es una agresiva imposición es una sugerencia. Son los escenarios que hace vivir el autor y engrandece los paisajes y fortalece el espíritu de los californios. Y si hay alguien que tenga temor porque algunos les da urticaria con tan solo nombrar sudcalifornia, esto es arte y lo más grandioso es que está escrito por un hombre nativo de Coahuila y quien se vino a quedar para siempre en esta tierra generosa que lo cobijó hasta la eternidad. Quizá estudiantes de la normal superior de la especialidad de literatura, tal vez algunos universitarios, entre otros, pudieran analizar y captar lo que Guillermo Arrambidez dejó para la prosperidad.
En otro estado de cosas se nos enredan las tripas cuando leemos que a la miseria ya existente entre las etnias se suman 300 mil almas más. Muchas cosas han quedado inconclusas y que dejó para que las engrandecieran las otras generaciones el gigante de Jiquilpan, Michoacán, Lázaro Cárdenas del Río, es doloroso todavía que la secretaria de la Reforma Agraria no tenga la visión de reubicar a los tarahumaras en la sierra de Chihuahua, indicarles donde están las tierras de cultivo y nos conformamos con ese “bendito” altruismo de una guapa locutora, que año tras año limosneamos cobijas alimentos para que no se muera de hambre nuestros hermanos de raza. Cárdenas tampoco se imaginó que un sujeto que tuvo la mala fortuna para los mexicanos de llegar a la Presidencia de la República y Reformar el artículo 27 Constitucional lo que dio entrada a extranjeros para robarles la heredad de la tierra a los campesinos sin ninguna orientación.
Ya en otro orden de cosas, hice una visita de cortesía a mi amigo Salvador Salgado Gutiérrez, sabe Chava perfectamente bien que lo que me dijo una vez Don Félix Agramont Cota y que a mi vez se lo dije a Marcos Covarrubias, cuando doy la mano la doy hasta la empuñadura. Soy amigo en las buenas y en las malas, en las verdes y en las maduras, en las aguas y en las secas y le dije también que si no hay recursos para ser reciproco con los espacios que gustosamente aportamos al Ayuntamientos de La Paz deberíamos esperar, sencillamente porque fue Salvador Salgado el que nos rescató a muchos de los ayunos prolongados propiciados por la intolerancia por el hombre más bandido y más irrespetuoso que se llama NARCISO AGÚNDEZ MONTAÑO.
Quiero referirme también en estos últimos renglones a la situación por la que atraviesa Carmelita Diestro que está nuevamente internada. Quiero decirte donde te encuentres, que la fe y la esperanza son los que hacen posible los milagros, porque Dios es la fuerza. Eres una buena madre y una buena hija. Creo que el buen Dios habrá de ayudarte porque nunca le has hecho daño a nadie. Que Dios siempre esté contigo. Adelante.