- Clos: Alegrías y frustraciones.
- ¿Por qué perder la tradición?
- Almendáriz Puppo: Enfilando el rumbo.
- Ecos del Congreso.
Alfredo González González.
¿A dónde vas a estas horas? Preguntó un jefe de familia a uno de sus hijos, la respuesta fue: Voy a la posada de los tales por cuales… pero hijo, si es media noche. Así es, respondió el mozalbete, es la hora del reventón.
Las fechas que se aproximan, marcan los festejos del nacimiento del redentor. La culminación de un hecho esperado desde los tiempos de Jacob. Habiendo sorteado diversos peligros llega José a Belén y después de tantos portazos le ofrecieron un pesebre para que su esposa María diera a luz a quien fue el más grande conductor de masas, Jesús de Nazaret. Las peripecias y peligros del viaje dan paso a las llamadas posadas. Posteriormente y específicamente en nuestro país, en diversos barrios de la capital se organizaron o se siguen organizando los vecinos: Tamales, piñatas, colaciones y las letanías con las que van pidiendo posada los peregrinos. La cultura del plástico, el fanatismo rociado con alcohol y una que otra grapa de blanca nieves nos avasallaron, el personaje central de estas festividades, el niño que nació en un pesebre pasa un segundo plano.
Pareciera Clos (Que no tiene nada de santo) gana la partida.
¿Por qué no el niño Dios? ¿Por qué hacer pensar a los niños en utopías? Tal pareciera que estas fiestas que tienen su origen en los asentamientos indígenas con el solsticio de invierno y la fe traída por los españoles, convierten alegrías y en frustraciones, porque lastimosamente “el Clos” no tuvo tiempo de visitar casuchas donde las hornillas están apagadas porque no hay nada que cocinar. ¿Saben los niños el significado de las piñatas y el por qué, de los siete picos? Que simbolizan al quebrarla y las golosinas que caen de su interior. El hombrecillo de la barba blanca y espejuelos cristalinos no tiene la estatura del hombre que nos indujo a jamás perder la fe y la esperanza.
En los Ecos del Congreso, se ha observado más desenvuelto el Diputado Marco Antonio Almendáriz Puppo, Presidente de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado. Se da tiempo para cambiar impresiones con sus compañeros, atiende los casos que el tiempo le permite inclusive a través de lo que limita al pleno de los asistentes a la sesión y sobre todo los escucha. Qué bueno que así sea, la humildad es una buena parte de la grandeza de los seres humanos.
Por otro lado entre las personas que abordaron la tribuna, fue la señora Rosa Delia Cota Montaño con un pronunciamiento con el que puntualmente arrasó contra la intolerancia de grupos que están en contra de la familia natural. La legisladora en un lenguaje accesible expresó y lo traduciré literalmente: La familia natural somos mi papá, mi mamá y yo. La familia natural somos mi abuelita, mi hermana y yo. Y un largo etcétera se expresa en las mamparas como si se tratara de una campaña electoral y de apoyar a algún candidato y lanzó una elegante estocada: En realidad se apoya a un candidato y este se llama intolerancia, todos somos familia natural sin exclusión.
También dijo Rosa Delia, que la diócesis de La Paz había expresado su inconformidad con los matrimonios del mismo sexo, aunque siendo una institución respetuosa de los Derechos Humanos, considera que las personas del mismo sexo busquen unirse legalmente.
También abordó la tribuna la Diputada Diana Victoria Von Borstel Luna con dos temas interesantes como son el origen de los albergues escolares y lo referente al día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer.