Lista la torre de Nimrod…
Un día hojeando la biblia en el génesis primero de los grandes libros que relata la forma en que Dios hizo la Tierra encontré la historia de un personaje llamado Nimrod. Antes de continuar debemos decir que todo en la biblia si se lee con detenimiento, tiene un simbolismo, desde esta óptica yo encontré uno a propósito de las elecciones en puerta. Un personaje creo de la antigua Mesopotamia, que había escuchado de la existencia de un todo poderoso, se obsesionó por llegar hasta lo más recóndito del cielo y ordenó a sus súbditos que se construyera una torre tan alta que le permitiera hablar de tú a tú con Dios. Desde ese instante, Nimrod retaba a un ser divino y sublime. Miles de esclavos, día con día edificaban una torre que desde el momento mismo que se inició su construcción, trazaba el castigo divino por la misma esencia de la soberbia con la que fue inspirada.
A muchos metros de altura, bastó un ligero soplo divino para que cayera estrepitosamente. Las cosas no quedaron hasta ahí Dios había concentrado a seres humanos de todas las razas y colores como particularidad del ser humano y sobre todo el dominio del mismo idioma.
De pronto se percataron de que no se entendían entre ellos. Fue un caos. Ante tal situación optaron por tomar direcciones diferentes ya que juntos no se podían entender.
El mensaje es claro. Hay quienes desean convertirse en Dioses para hablar el idioma de la incomprensión, de la prudencia, de la tolerancia. El afán de poder no reflexiona sobre proyectos de Estado. De defender y proteger a los humildes. Lo estamos viendo, donde la ofensa, el insulto, la diatriba y la propia existencia en riesgo, son las armas, unos por inconsecuentes y otros porque temen enfrentarlos con la razón.
Los sudcalifornianos tenemos una hermosa historia de luchas. No hubo vencedores ni vencidos. Éramos una sola familia y hablábamos el mismo idioma. Nimrod se acerca y los frustrados y las frustradas parecen no reparar que es preferible prender una vela y no maldecir la oscuridad. Dijo el Nazareno, cuando en el momento culminante de su sacrificio: No lloren por mí, lloren por sus hijos.
Ejemplos de dialogo han existido: Gorbachov seguidor del materialismo dialectico, un día se sentó a tomarse un café con el líder mundial de los católicos, para tratar de tumbar el muro de Berlín y en esa mezcla de creencia y ateísmo, se logró que se derribara el muro de la ignominia. ¿Qué acercó a Juan Pablo II y a Gorbachov? La conferencia de Yalta donde se reunieron De Gaulle, Lósif Stalin, Roosevelt y Churchill ante la amenaza de un mal nacido que quiso imponer el reinado de los mil años Adolfo Hitler, fue la ocasión en que se pusieron de acuerdo para derrotar al tirano de la humanidad, asesino colectivo que no tuvo el valor de enfrentar el juicio de Núremberg.
Por lo pronto Nimrod se acerca peligrosamente a que en la entidad no tengamos la capacidad suficiente para hablar el mismo idioma y estamos empecinados en construir la torre que lo único que acarreará son amarguras y el síndrome desatado de los apetitos de poder. Amable lector, vamos reflexionando juntos