C.- uando los vi estrafalarios, cabello largo enmarañado, libáis que se paran solos, me dije, ¿Son rebeldes sin causa? No señor, son rebeldes con causa. Se comunicaban en “caliche” un español distorsionado. Todo esto se daba en la plaza de la Constitución frente a la iglesia de nuestra señora de La Paz, donde esperaban a un amigo o carnal que había penetrado al templo, más por curiosidad que por fe alguna.
I.- ndalecio salió y fueron a su encuentro: Ese carnal, como está allá adentro? No, pues vi al buen Chuy clavado en la verdiosa (cruz), tiene el pelo largo como nosotros. No tenía lima (camisa), ni tramados (zapatos) y tenía sus ojitos tristes.
M.- iré a los compañeros con atención cuando dijo: el ruco del faldón (sacerdote) se aventó en la “conversa” y dijo que no anduviéramos con viejas que no fueran las nuestras (no desearás la mujer de tu prójimo), que no anduviéramos clavando la uña (no robarás), que no habláramos mal de nadie (no levantarás falsos testimonios), que no anduviéramos de pocas madres (honrarás padre y madre)
A.- sí explicó el muchacho aquel la forma en que interpretó la homilía. Habría de agregar que no anduviéramos quemándole las patas a Judas (Mariguana). Que si no hacíamos nada de eso, podríamos ser felices.
R.- ecordé la época aquella en que a estos tipos de muchachos les decían rebeldes sin causa. Es que toda causa produce un efecto. Hogares de millonarios que dejaban a sus hijos con la servidumbre para irse a convenciones o a tallar la canasta uruguaya. El líder del grupo le dijo: Es cierto, el buen Chuy murió por nosotros. Lo mataron aquellos que no predicaban con el ejemplo, se mezcló entre las palabras cuidar a los enfermos, ser humildes ¿Y qué hacemos nosotros? ¡Andamos valiendo madre!
R.- esumí en aquello, que se dan vuelo con el dolor de los pobres y el llanto de los inocentes. De pronto apareció en sacerdote que había ofrecido la misa y les dijo: Es cierto, ahí está el buen Chuy, sin limas y sin tramados, clavado en la verdiosa. Cuando tengamos la idea de su mensaje existirán muchos menos sufrimientos.
O.- sea en algo me recordó a dos jóvenes de cantadores de rostro oxigenado, ganándose la vida con dignidad y a un nieto que le entró a lavar platos para no estar de ocioso en sus vacaciones. Los tres han sentido que el esfuerzo fortalece la conducta del ser humano para tener un mundo mejor.
N.- unca olvido a aquellos jóvenes que ya después se les miraba periódicamente con el ruco del faldón. Su aspecto fue cambiando y se había obrado el milagro de la fe y la esperanza y se advertían ya en hombres de bien. Jesús y el faldón estaban en constante comunicación. La cotidianidad, nos da ejemplos sublimes de la lucha honesta con el trabajo, pero también escenas dolorosas donde rebeldes con causa deben ser comprendidos y atendidos. Me dije al término de la reflexión: en el hombre hay buena pero también mala levadura, irresponsabilidad que deben saber educarlos en el hogar. Habré de insistir: el hogar educa y la escuela enseña. Pero hay muchos como los cantadores y el que lavó platos que su actividad para sacar fondos para su graduación los dignifica y les fortalece el espíritu.