El vocablo civismo se deriva del latín civis que quiere decir ciudadano. Llegó el momento de que se le imponga respeto a través del vocablo de quienes votarán en las elecciones. Entiéndase todo esto como una autocrítica.
Por ello cuando pregunté a Pepe Hevia si el hecho de ciudadanizar las metas de un partido Político daba un elevado porcentaje de éxito, Hevia competidor a la presidencia Municipal de La Paz por el verde y el tricolor, “Que por esa razón se encontraba en la mesa de un café con todos nosotros donde se dan cita cotidianamente la ciudadanía”.
La respuesta de Pepe Hevia me hizo concluir en que, la gente ve en los Políticos, humildad, sencillez, certeza en sus respuestas concretas y soluciones factibles de aplicar y hay conciencia de los problemas, es cuando se alejan de las “cajas de cristal, donde no tiene acceso el verdadero pueblo. Eso hace sentir a la ciudadanía que existe un partido de pertenencia. A nuestro nivel se erradica aquello del “despotismo ilustrado” (todo para el pueblo pero sin tomarlo en cuenta).
Antes, la Política se reducía en ir avisando al “pre” que ya era candidato. Se navegaba en un estanque tranquilo. Hoy como en todos los órdenes de la vida, se encrespan las olas y es lo que sucedió la semana anterior con Carlos Sánchez, Alejandro Tirado y Pepe Hevia, sencillamente porque la gente se sintió parte en la responsabilidad en la toma de decisiones y porque el derecho que les asiste para pensar en las cuestiones Políticas, que dicho sea de paso da pero también quita. Y si no se le aceptan sus sugerencias hechas con respeto, la voluntad depositada en las urnas anteriormente, se conviertan en grupos exquisitos con acciones que jamás mandató el pueblo.
La frase de este día es: “Yo te lo dije fraile mostén, tú lo quisiste, tú te lo ten.