- Solamente un humanista audaz.
- Francisco: en su humildad está su grandeza.
- Primeros escarceos de un sector obrero.
- Refilón.
Alfredo González González.
Cambió el oro por la plata. Vive en un departamento modesto dejando la imponencia del palacio Vaticano. Ama a los niños. Rompe protocolos. Manda mensajes delicados pero fuertes con respecto a la violencia y los secuestros. Se manifiesta como dice la obra de el Quijote de la mancha: en su ser y figura propia. Es el Papa Francisco, peregrino de afanes y de esperanzas. Representa una inyección de fortaleza para el espíritu y también el impulso de exámenes de conciencia para ser cada día mejores, más prudentes, más tolerantes y también unos mensajes para aquellos cardenales que viven en la opulencia y a veces se desenvuelven entre la intriga. Francisco está en México y habrá de dejar un importante legado.
Si de humildad y también de audacia se trata, con las debidas distancias habla de la comprensión y humanismo médico. Manuela Barrera, una yaquesita del esterito hace ya muchos años me solicitó le ayudara a corregir un problema de uno de sus hijos que había nacido con un testículo en la parte superior rumbo a la cintura, al llegar la adolescencia todavía era buen momento. Me dirigí con el Dr. René Andrés Rouyer Garayzar a la sazón del legado del ISSSTE. ¿Sabes lo que me estás pidiendo, cabrón? Le respondí, si, que lo operes. Fue un jaloneo. No cedía. Es un acto de elevado humanismo le insistía. Luego me dijo: Mira jijuetu… Al menos prométeme que me vas a llevar cigarros. La operación se llevó a cabo. Fue un éxito. Manuela Barrera me preguntaba: ¿Y el doctorcito? La audacia radica en que no era derechohabiente. En los ojos de Manuela Brillaba la gratitud. El domingo anterior recordé el hecho. ¿Cuesta mucho regresarle al pueblo lo que nos ha dado para ser profesionistas? Rouyer se salió de los cánones, pero al menos no se convirtió en un burócrata metalizado, que si no le brillan las monedas, nomás no hacen nada, como el infeliz que murió frente al hospital, mantenido por la federación por allá en Guaymas, Sonora, repito, frente a los médicos de una bata blanca ya pinta de negro que pudieron haberlo salvado. Gracias Doctor Rouyer por permitirme ser tu amigo. Humildad y humanismo cubren tu aparente dureza facial. La yaquesita murió pero desde donde esté seguramente te sigue bendiciendo.
Por otro lado, es verdaderamente molesto que el área municipal encargada de atender problemas de los derrames de drenaje, les valga queso. Quienes vivimos en el conjunto habitacional del ISSSTE recientemente hicimos más de 10 llamadas, todavía en un acto de mofa un señor nos preguntó la dirección y hasta las 13 horas del sábado anterior no habían hecho acto de presencia. El problema está en la privada Nacho Famania. Tiene años pero no han querido corregir ni conectar el drenaje a la Ignacio Allende. Seguiremos informando.
Hace mucho del ayer
Se evitó una desgracia
Pero la noble audacia
La frenó el Dr. Rouyer.
Sin un dejo de maldad
Sino con firme ilusión
Arriesgó su profesión
Mi amigo el Dr. Rouyer.
La frase de este martes: Se empieza a mover la inveterada costumbre del Senador González Cuevas. Muchas Opiniones encontradas existen con respecto a esta persona. El problema es que se acercan al pastel cuando dan por lista la cereza. No faltarán los moscorrones.