En la opinión de Alfredo
• Alejandro Blanco: Perfil de un hombre.
• Profe Nico: Nuevo dirigente del SNTE.
• Jordán Moyrón: Gestoría.
• Del Bacatete hasta el Palacio Nacional.
Alfredo González González.
Cuando se le ve la zanca al gallo, dice el verbo popular al advertir al buen perfil de los seres humanos, se hace un criterio definido. El concepto anterior se aplica al comportamiento parlamentario del legislador Alejandro Blanco.
Situamos este despacho no en relación a siglas o colores sino en torno al ser humano que dicho sea de paso, atendió en forma generosa a una dama cuya urgencia era bien advertida y lo hizo precisamente en la sede del congreso porque forma cumple con sus representados, objeto primordial que se respeta así mismo.
Alejandro Blanco, observa la tranquilidad y seriedad que le merecen sus compañeros.
Aunque lamentablemente, hay otros, los menos por fortuna, que hacen “bolitas” dando a entender que el orador en turno no les merece atención. Alejandro Blanco es un perfil de respeto y seriedad.
Por otro lado, el profe Nico llega a la sección III del SNTE. El procedimiento de la forma por unidad da la percepción que es el camino de que no se propicien rupturas o fragmentaciones.
Persona con juicio seguramente que su línea sindical será la de sumar y multiplicar. Habrá una minoría que si actúan inteligentemente sabrán manejar su espíritu de mantener la fuerza magisterial y obedecerán a la nobleza que les merece la institución y no obedezcan a intereses mezquinos. Que sea para bien.
Renglón aparte, decimos que día con día se fortalece la figura del Lic. Isidro Jordán Moyrón que se encuentra en la ciudad de México para enterarse del paso que llevan las gestiones realizadas con Mendoza Davis en el renglón económico ante las autoridades correspondientes.
No se puede negar que Jordán Moyrón es hoy por hoy, dicho sin detrimento de nadie, uno de los funcionarios de mayor valía en la presente administración. Lo hace con humanismo, lealtad y sentido de responsabilidad. Los resultados están a la vista.
Es una de las personas de mayor confianza y profesionalismo. Que se desempeña en el círculo del poder, lo hace con eficiencia y capacidad. Atributos obtenidos en su carrera en el servicio público.
Con relación a la dignidad de los morenos del Bacatete, durante la campaña presidencial del Tata de Jiquilpan, lo sorprendió un crudo invierno en la zonas montañosas del Estado hermano de Sonora.
Tuvo la oportunidad de pasar la noche con los gobernadores Yaquis. Escuchó de olvidos y abusos, de palabras empeñadas de aquellos que una y otra vez habían ido a mentirles porque jamás respetaron el honor de su palabra.
Escuchó el dolor y la angustia de la Nación Yaqui. Entre el aire escarchado por las bajas temperaturas anocheció y amaneció. Entre la principal promesa que hizo Cárdenas del Río fue la de retornar año con año, para comprobar si sus disposiciones habían sido cumplidas. Por una o por otra razón, ahí le fue entregado para reconocerlo como jefe máximo el bastón del mando.
Cárdenas no cumplió con su palabra. Se reunió el Consejo de Ancianos para deliberar sobre el comportamiento del ya presidente de México.
Los jóvenes guerreros se mostraban tristes. Cargaban con una frustración más. Cárdenas fue sometido a juicio, el juicio Yaqui y fue encontrado culpable y sentenciado a que era un fementido. Tomaron la decisión de irle a comunicar a Palacio Nacional la falta a su palabra.
Al año siguiente, Cárdenas regresó y se disculpó con la Nación Yaqui. El líder Yaqui tomó otro bastón y se le entregó y le dijo: Otra vez eres digno de que te reconozcamos tu hombría de bien y tu franqueza. La historia Yaqui, siempre te recordará.
Todo esto fueron palabras más, palabras menos, pero el objetivo era, que reconsiderara su anterior actitud. Este ejemplo sirve para despreciar a todos aquellos que no le hacen honor a su palabra, que mienten aquí y mienten allá, por fortuna y aun creyéndose hinchados pavorreales, generalmente sufren el efecto boomerang, que quien sabe porque leyes de la física, quien lo lanza a quien ofendió por esa falta de palabra de honor, el boomerang se regresa con un cargamento de desprecio hecho para los estúpidos y los imbéciles. Debe recordarse siempre que quien escupe hacia el cielo, corre el peligro de que el escupitajo le caiga en el rostro.